30 diciembre 2012
Cuando pisé por primera vez el
edificio que alberga este periódico y en el que antes de llamarse como se llama
ahora se llamaba Navarra Hoy, yo tenía 17 años y medio. La siguiente vez
que lo pisé, tres meses después, fue para quedarme. Los textos se escribían en
unas pantallas que te reventaban los ojos, las fotos de agencia entraban por
una máquina que las imprimía en un papel que seguro que era tóxico y que iba
cayendo a un cajón marrón de tela como de aspiradora, se podía fumar, el que
quería bebía siempre y cuando fuera responsable –jajaja-, los sábados y los
domingos había partidos de baloncesto de mesa a mesa y todo era un caos mágico
y cabrón y en el piso de abajo unos cuantos tipos recogían de un aparato que
era como una especie de impresora los textos que los de arriba enviábamos, para
cortarlos con un cutter y, siguiendo el diseño a mano de la maqueta de cada
página, encajar en ella los titulares, subtítulos, cintillos, sumarios, textos
principales, fotos, gráficos y todo lo que vomitara aquel trasto y nuestros
dedos desde arriba. Esos tipos eran magos del periodismo, y siempre tenían los
dedos llenos de cortes y de pegamento, porque esa especie de impresora imprimía
en formato casi pegatina y además ellos tenían que pegar el papel a las planchas
de impresión para filmar las páginas y de ahí a la rotativa. Era gracioso
cuando al día siguiente veías en el periódico la sombra de un pelo. El jueves
me encontré con uno de ellos, con una birra en la mano, un elemento de esos que
te llevarías al fin del mundo y más lejos, un auténtico genio. Albertosi, va,
que el 2013 va a dar un respiro, seguro, es imposible que sea tan cabrón como
2012. Habrá que ir encajando y pegando cada pieza enana con mucha paciencia,
alegría y amor. Y de eso tú lo sabes todo. ¡Vamos!
29 diciembre 2012
Aún no
Los 28 de diciembre ni idea por
qué solo escucho canciones de Bob Dylan, en bucle, y mira que a mi el tío no me
dice nada, con esa voz pituda de mosca pisada y esa napia que tiene y esa edad,
que es un anciano, y esas canciones para tristes del milenio pasao. Pero
es una tradición, como la del muñequito. Hacía una eternidad que no lo oía, una
semana. Todo esto por supuesto lo hago con cascos, porque mi rival no tiene por
qué pagar mis enfermedades, aunque este verano ni idea cómo y como gran novedad
me contó que ese I’ll remember you del 87 y ese Boots of Spanish
Leather de Praga’95 que tengo en el mp3 le gustaban mucho. En el mp3 solo
tengo esas, unas 12 más del tipo y el Astral Weeks, porque ya no me
acuerdo cómo se pasaban. A la fuerza ahorcan, a base de oírlas le gustaron,
playa arriba playa abajo. Ayer, en cambio, en lugar de escuchar como siempre en
modo random todo lo que pillo –incluso las que descubro en Youtube me
las cuelgo en Facebook y así puedo repetirlas hasta que me sacio- y ponerme Chica,
has estado en mi mente y luego No soy yo lo que buscas, chica y todo
lo que caiga en los muchos formatos y aparatejos en los que lo oigo, oí solo Don’t
think twice it’s allright (No lo pienses dos veces, está bien), que es una
cosa bonita, alegre y con un riff inicial mítico, aunque la letra sea una
hostia como un pan a una mujer –es así él, brutico, pero cariñosote-.
Pero ya casi al final de la noche, trasteando por internet, vi una foto de
Yolanda Barcina y su mensaje para 2013 y me puse para acabar el día Not Dark
Yet, que es la mejor canción de la historia, cuando dice Aún no ha
oscurecido, pero no va a tardar, y me salí del Sistema Solar hasta que caí
en la cuenta que era 28 y que aquí para algunos no oscurece ni pa Dios y
me di al off y qué grande es, Dylan.
28 diciembre 2012
Su miel
Todo iba bien. Estábamos tranquilos,
solos, ella había cerrado la puerta con pestillo, yo me había quitado algo de
ropa y puesto en posición, ella puso una música suave y comenzado a mover las
manos como sabe. Todo iba bien. Entonces entró esa mujer. Y lo que era un
simple corte de pelo con mi peluquera, que lleva ya 27 años peleando con esta
ciudad en una de las calles más abandonadas, que ha visto cambiar el mundo y a
más yonkis que Proyecto Hombre, se convirtió en algo superior.
Entró, le dio dos besos, se acercó a mi, casi me tira del sillón, echó unos
piropos a mis rizos mientras iban cayendo al ritmo de la tijera y comenzó a
cascar sin respirar durante lo que me pareció una vida pero que no serían más
allá de 20 minutos. 81 años, contó que tiene. Una leyenda desde ayer ya para
mi. Nos deseó muchas veces y muy seguido todo lo mejor para 2013 -a todos-, al
tiempo que, con una voz estupenda para la ocasión, recitaba un poema de
Calderón de la Barca, mientras yo a través del espejo le miraba a mi peluquera
y ella leía en el teletexto de mi iris cuida con la navaja y yo leía en
el suyo tranquilo, pelao, que yo soy una profesional y no me tiembla el
pulso aunque me coman la oreja a 10 centímetros, todo eso sin molestar en
absoluto y comentándonos que para tener un 2013 dulce y afortunado hay que
regalar a la primera persona que te cruces un tarrito de miel y unas monedas
y no llorar el 1 de enero porque sino llorarás el año entero y mil más
que no me caben. Se fue un minuto antes de que terminara mi corte
diciendo me voy, que como yo empiece a hablar... Pagué, me fui y crucé
un Carlos III infectado hasta arriba, pensando que aquí está mi tarrito para
usted, señora, para que siempre encuentre alguien como esa peluquera que le
escucha en esa calle dura, abandonada y amable.
27 diciembre 2012
¿A dónde?
Hará unos días me escribió un mail un periodista que no era
de por aquí pidiéndome una cosa. Le contesté que lo sentía y que gracias, pero
que el tema no me interesaba y que no valía yo para eso. No ha contestado. Ayer
lo vi en televisión persiguiendo a dos personas con su micrófono la semana
pasada. Esto es moneda muy habitual: que la gente no conteste, aunque incluso
–como era el caso- esa gente sea la interesada. Supongo que a todos nos pasa y
ni mucho menos crean que a mi esto me molesta, porque no conozco de nada al
tipo, aunque es cierto que por educación invertí cinco minutos en contestar
aquel mail. Él debía de andar más liado y no invirtió ni un segundo en poner un
‘gracias, lo entiendo’ o ‘vete a la mierda, cagao’. Digo yo que será
culpa de las nuevas tecnologías, que antes tenías un fijo, quedabas con los
colegas por teléfono el martes para ir de mambo el viernes y el viernes no
fallaba nadie y entre medio el mundo seguía funcionando y casi nadie dejaba
nada sin contestar. Ahora cada uno y una de nosotros tenemos unas filas a días
casi eternas de mails, sms y muchas cosas más pendientes, la gran mayoría de
ellas prescindibles. Eso es lo de menos, aunque siempre sea agradable saber que
a uno le contestan las pocas veces que pide algo. A mi lo que me preocupa es
que entre todo ese maremagnum de información haya mensajes importantes que por
falta de tiempo ni se vean. No sé, el chico enamorado que finalmente se lanza y
manda un whatsapp que ella no lee, la desesperada que pone sus últimas
palabras en Facebook y todos sus contactos no lo ven porque Facebook
justo esas horas se cae, el que manda un sms que hace el número 23 de entre los
71 que mañana con suerte leerá alguien. ¿Dónde coño van todas las
conversaciones que no se tienen por tener tantas?
26 diciembre 2012
¡A comer!
¡Feliz Navidad! ¿Qué hace la
abuela ahí colgada? ¡Que se va a hacer mal! Que hace mejor la digestión,
dice. ¡Ohhhhhh, blanca navidáaaaaaa! ¡Ya está el moñas, pero si hace un
calor de la virgen! ¡No jures en este casa! ¿Mamá, la abu grande puede dormir
así, cabeza abajo? Y coser. Venga, venga, que ya hace jai, ¿qué
hay de jala, tía? ¡Búfalo! Gonza: ¿podrías hacer el favor de
bajarte del patinete y, fundamentalmente, bajar a la abuela, que está echando
la siesta del carnero? ¡No le dejáis expresarse al niño! ¡Hostia, es que
ni John Otazu hacía estas performances! ¿No os quedará algo de Almax?
Mucha cena ayer ¿o qué? Nunca mais. ¿Eso, almejas? ¡Eso son
berberechos! ¡Y de gasolinera! ¡Rata! Tía, Meri, que estaba la pescadería
que parecía el Muthiko el día 6. Este cordero, ¿dónde dejo? ¡En el bidé!
Y sigue dormida, es acojonante. ¿Cuántos somos, que tengo que poner la mesa?
12. Y la abuela, que la ponemos en la lámpara y que chupe la sopa con una
pajita. ¡Tú tan cabrón siempre! Oye, no me digas eso que solo tengo 7
años. ¿Qué tal la cena ayer, papá? Perfecta, tu madre y yo solos. ¿Visteis
el mensaje del Rey? Sí, con la cámara superlenta. ¡Pero si solo hay 6
sillas! Yo estoy muy mayor pa rollo camping y guitarricas y ¡alaaaaambraré
a mi Señor! ¡Blasfemo! Jejeje, nunca falla, ¡buenos días, abu!,
¿qué tal estás? Mareada perdida. ¿Qué tal la cena, ayer? Perfecta, tu
tía y yo solas. ¿Visteis el mensaje del Rey? Nunca mais. ¿El búfalo
lo hago muy hecho o pasar por la sartén? Lo normal. ¿Y qué es lo normal,
abu? El propio búfalo te lo dice. ¿Esto es turrón o chapa ocumen? ¡Todos
los de los bancos son unos hijos de puta! Hombre, eso es irrebatible,
aporta algo nuevo. ¡¡¡A comer!!! ¿ Y el viajero? En Belén, abu.
¡Le pega! Feliz Navidad. ¡Esta lámpara esta sucia, pasadme el Sidol!
23 diciembre 2012
Lo olvidé
¡Coño, que se me olvidó ayer
decirles –puñeteros analgésicos-¡ Que aunque no haga falta porque tienen
ustedes sus estudios y su propia humanidad y quién soy yo para meterme ahí, que
no se desanimen, que vamos a salir. Yo en concreto he quedao en un rato.
Establezcan sinergias, remen, dense relevos si alguien desfallece, no miren
solo por sí mismos sino por el bien común. ¿Que luego llega alguien y se jiña
en su cabeza y hay que volver a empezar? Peor lo tuvo Sísifo y ahí está, el tío
cabrón. No pasa nada, hay que seguir. ¿Y por qué? Por el artículo 33. ¿O se
creen que a mi me resulta fácil ser el Rey? Pues ni mucho menos, porque yo
mañana mismamente mucho más tranquilo estaría ajeno a todo con mis oraciones y
mis compungimientos y mis lecturas de Sun Tzu o de José Antonio Marina –hay que
ver este hombre, ¡es un decatleta, escribe de todo!- o jugando al Bubbles
y en cambio tengo que salir en la televisión. ¿Y esto es justo? Pues no, pero
tengo que dirigirme a la Nación, que son todos ustedes, por ahora, que hay que
ver ¡eh!, el añito que me llevan algunos. Lo haré. Qué duda cabe que podría
haber grabado unos cuantos en una misma tarde, porque el maquillaje hace
milagros, y luego llegado el momento meto la cinta de VHS en el vídeo, le doy
al play y ustedes se tragan eso y yo puedo ir a revisar cómo va el pavo,
porque además lo que les largo es siempre lo mismo, aunque le meto alguna cosa
de actualidad, más que nada para cobrar el complemento de productividad, que
está la Patronal de un hijoputismo que no sé dónde vamos a parar. Bueno, yo sí
sé dónde, y ustedes ya se las arreglarán pero remen, que de la energía sobrante
ya se encargará alguien listo. ¿No les tocó la Lotería? ¡Ncht! Yo
siempre juego al 14431. No hay manera. No me voy a poder jubilar jamás, ayyy.
22 diciembre 2012
Ya sabes
Como todos los años –¡hay que
ver, y parece que fue ayer!- por estas fechas, la geina y yo –al paso
que vamos la foto de Navidad del año que viene la haremos de fotomatón. O una
autofoto, si anda ella por Londres- y todo eso y de verdad de la buena que les
queremos a ustedes vosotros y que estos días y así y que vaya bien y 2013 ya ni
les cuento y por supuesto faltaría más que sus deseos y lo que tengan en la
cabeza ya me contarás cómo no voy a querer yo, precisamente yo, que no se
cumplan, con lo que soy para esto de sentido –para todo, siento en mi todos los
dolores del mundo, soy una rebotica andante- y de bueno y para qué seguir si ya
se lo saben y además lo creen, porque es lo que tengo, que me creen. Me resulta
incomprensible, pero así es. Y no voy a ser yo el que me interne por sus
vericuetos mentales para tratar de explicarles que están ustedes en un error,
porque además ya sabemos bien cómo funciona esto, que cuando uno está
convencido de una cosa así le canten la Misa del Gallo –Claudio- que no se apea
del elefante. O directamente hace una cosa y posteriormente la razona y trata
de vestirla. Bien, que me estoy liando –es que las convalecencias quieras que
no aturden. ¡Coño, un mosquito! ¡En diciembre! Qué majo. ¡Zas! Tonto.
¿No ves que es mi naturaleza? Anda y que no hay casas pa entrar, pues
nada, tenías que caer justo aquí-. El motivo de que hoy les robe unos minutos
de su precioso tiempo no es otro que recordarles que, por favor, el año que
viene aunque les vayan a quitar un 20% del premio de la lotería para pagar
algunos gastillos que hay que afrontar no sean ustedes judíos y sigan dejándose
la pasta, como manda la tradición, Dios, la Patria y el Rey. Apenas eso y que
mucha suerte. Ya me gustaría ponerme en su lugar, pero... la cadera, ya sabes.
21 diciembre 2012
La Luna
Hicimos bien de risas con aquello
de las boinas por gorras y el gasto que iba a suponer. Hubo chistes y todo. Eso
está genial. Luego la idea de reducir el Parlamento, o los 60.000 eurazos que
nos vamos a ahorrar por pasar la delegación de Bruselas al Ministerio de
Exteriores. Hasta por la televisión lo vi. Ayer leí que lo de las urgencias
rurales es una “reforma”. Siempre había pensado que una reforma era algo que
mejoraba lo anterior para aquel que usaba lo que se reformaba. Esto no es una
reforma, en la puta vida puedes llamar reforma a que donde antes había un
médico y una enfermera que salían pitando en cuanto recibían una llamada ahora
no los haya y estén más lejos. Me da igual el porcentaje de población afectada.
Me cago en los porcentajes. Dice Vera que esto será un ahorro anual de unos 3,5
millones de euros. Y que el sistema así será más sostenible. Se nos debía de
haber ocurrido antes, porque según ellos va a mejorar la calidad, va a ser más
sostenible y además ahorramos. Que lo patenten. Unos 3 millones de euros
–aunque estaba la información ahí perdida entre medio, apenas una línea y solo
en este periódico- dijo el miércoles la de Economía que tiene de números rojos
cada año Senda Viva, que es un parque de animales muy bonito en el que Sodena y
por tanto todos estamos ahí metidos en la jaula. Hace nada los del parque
–previendo que estos 3 millones iban a salir a la luz- nos hablaban del dinero
que deja en la zona. No lo dudamos, seguro que sí. Pero a mi me salen las
cuentas, porque el dinero es así: hay que moverlo donde más falta hace. No se
trata de pedir que se cierre el parque y esos 3 millones vayan a nuestra salud,
esa cosa que dicen que es hasta importante. Se trata de empezar de una vez a
mirar a la Luna y olvidarnos de los dedos.
20 diciembre 2012
Y beso
Siendo mañana el fin del mundo
–ya era hora, por otra parte- y a fin de abandonar este con todo recogido y
pasar al siguiente –lo que en videojuegos se llama pasar de pantalla-
con la conciencia tranquila –o tan caótica como siempre pero al menos hago
algo- me he preparado la agenda del día, que les comparto por si alguna de mis
ideas les cunde: levantarme, beso, café, cigarro, ducha, periódicos, desayuno,
paseo, compra, comida, recados, marrones, si no nieva correr, si nieva comprar
un trineo, un par de renos y grasa de foca pa darme por todo, comer,
siesta, escribir, paseo, recados, marrones, más cigarros entre medio, citas,
lavarme los dientes, hacerme las mechas, pedirle unos rulos a la vecina, beso,
cenar, recoger, leer, robar un banco, lavavajillas, rezar –mirando en dirección
a El Sadar-, beso y a dormir, que mañana será otro día. Esto sin contar
llamadas de teléfono, asesinar al de arriba y lanzarle la piqueta al río y las
rutinas habituales. Lo bueno que tiene el tema es que como yo a veces me meto
pronto al sobre –con perdón-, ya que al ser bípedo todo lo hago a pie y me
canso, puede darse la circunstancia de que para las 10 y media de la noche ya
esté desmayao, porque yo me desmayo, no me duermo. Y como el fin del
mundo es mañana y mañana empieza a las 12 de esta noche, tengo hora y media de
sueños por delante en los que seguro que hago todo lo que por falta de tiempo
–y por ser bípedo- no he podido hacer hoy, ayer, el mes pasado y en general en
toda mi puta vida. Esos sueños, como comprenderán, no se los puedo contar,
porque aún no han sucedido, aunque quizá algunos vengan de antes y ya estén
convalidados también. O no. Ni idea, pero si pasamos de pantalla igual se los
cuento y buenas noches y beso y a dormir que mañana será otro día y hay que
leer a Eder.
19 diciembre 2012
Herzog
Todos sabemos quién es Habeler.
Todos sabemos quién es Messner, así que todos sabemos quién es Habeler. Ambos
–Habeler y Messner- subieron pie con pie el Everest sin oxígeno en 1978, el
hito de los hitos no ya solo del alpinismo sino de la fisiología humana
relacionada con la altura. ¿No les suena tanto Habeler? Normal. Bien, es cierto
que Messner es Messner, que tanto antes como después de eso realizó proezas
deportivas inigualables, pero Habeler cojo no era. De hecho, era muy bueno,
fantástico. También como escritor, con su Victoria en solitario, alejado
de la –tal vez justificada- grandilocuencia de Messner. Hay que escoger un solo
héroe y medio olvidar al otro. Tenzing –el, como dicen los himalayistas
irónicamente, primer guía profesional del Himalaya, guía de Hillary-
terminó su vida alcoholizado. Bonatti peleó 50 años contra las mentiras de
Desio, Lacedelli y Compagnoni, héroes italianos, hasta demostrar la verdad.
Maurice Herzog, héroe francés, acaba de morir, a los 93 años. Su libro, Annapurna.
Primer Ochomil, un relato épico del ascenso y terrible descenso, hizo aún
más por él que la propia cima, que consiguió junto con Lachenal, de mayor nivel
deportivo que él. En la expedición figuraban también mitos con Terray (Los
conquistadores de lo inútil), Rébuffat o Couzy, a los que la prensa
francesa no dio trascendencia. La brillante grandilocuencia de Herzog, sus
terribles amputaciones y su paso a la política con De Gaulle lo elevaron a la
categoría del mito social que es. En su libro Héroe, su única hija,
Félicité, desmonta al mito, al que tacha de “hemipléjico emocional”, al tiempo
que no discrepa de los rumores que dicen que los diarios de Lachenal aseguran
que no llegaron a la cima. Hay otros Annapurna en la vida de los hombres
(Maurice Herzog)
16 diciembre 2012
Las respuestas
(... viene de ayer) ¿Sabía
Cervera que Asiáin denunciaría y colocarían un sobre de pega? No, pero lo
comprueba el 8. ¿Por qué usa un mail aún más seguro para avisarse a sí mismo?
Para que dé la impresión de que el anónimo todavía va más a por él que a por
Asiáin. ¿Debería haber denunciado Cervera el mail que recibió? No, ya que no se
le amenaza de nada, ni se le dice que nadie va a ser chantajeado. Solo se apela
a su condición de curioso algo ególatra con ganas de revancha, algo que todo el
mundo sabe y hasta entiende, se comparta o no. ¿Por qué utiliza un lenguaje
legalista y detallado, incluso eliminado el artículo ‘la’ en ‘la Txantrea’?
Para que los posibles autores sean casi infinitos. ¿Sabe esto alguien? No, ni
lo sabrá nadie, ni siquiera su abogado. ¿Sabe Cervera que esto va a ver la luz
y que se va a organizar este tsunami? Lo sabe, lo espera y hasta él mismo logra
que se entere la prensa, una en concreto. ¿Le importa quedar como un pardillo,
manejado, hinchado de ganas de revancha y ego? No tanto como tener la
posibilidad de dimitir ipso facto, mostrando un honestidad y dignidad
–políticas- inusuales, también de comprobar las reacciones de todos, poder
abandonar una política y unas decisiones que le asquean, abrir la veda para que
se investigue de verdad CAN y se abra la opción de ver pasar por delante suyo a
varios cadáveres –políticos-, mientras él sale indemne de un juicio en el que
simplemente quedará como una parte afectada más que, sí, cometió un error, y,
por el contrario, todos sabrán más de CAN y de sus ‘rivales’ si la sociedad
demanda una transparencia inexistente hasta ahora. ¿Sobrevivirá sin la
política? Tanto económica como mentalmente, sí.
Atentamente: Catarella,
personalmente en persona. Y ahora les dejo que me falta el otro medio tripi.
15 diciembre 2012
Los hechos
El 29 de noviembre, utilizando un
sistema que impide rastrear el autor, Santiago Cervera envía desde una cuenta
anónima a su mail particular el aviso de que le van a dejar en la muralla de
Pamplona un sobre con información de CAN. Obviamente, sabe que no le van a
dejar ningún sobre, ya que el correo se lo manda a sí mismo. O quizá sí espera
ese sobre, que alguien lo ponga más adelante, con papeles de pega. El 30 de
noviembre, Cervera, desde su mail personal, contesta al mail que se mandó el día
anterior a sí mismo, sorprendido por su propia oferta, dudando
–inteligentemente- de si esa contestación llegará a su destinatario pero no
cerrando la puerta a que se la haga llegar de otra manera, lo que abre la
puerta a su ‘curiosidad’ y ‘error’ posterior. Obviamente, sabe que no le
llegará esa información, porque él no la tiene y no se la puede dar a sí mismo.
Quizá le llegue más adelante. Pasan los días y no sucede nada, porque nada
tiene que suceder. Cervera está tranquilo y la vida fluye. El 4 de diciembre,
utilizando un mail menos seguro pero igualmente casi ilocalizable –al menos sí
las cosas se hacen bien- pero que admite respuesta –importante-, Cervera manda
un mail en parte casi idéntico al anterior a Asiáin con el bulo y la amenaza de
que si Asiáin no deja 25.000 euros antes de las 22 del día 7 en un sobre en el
mismo lugar del que Cervera se ha avisado a sí mismo hará pública información
comprometida. Cervera usa un mail que admite respuestas para ver si Asiáin dice
algo o no. Si llega a contestar y acepta el trato, Cervera no pisa el lugar ni
en pintura. Asiáin pone una denuncia el 5. La Guardia Civil vigila el lugar.
Cervera –de puente- pasa el 8 y ve que está el sobre. Se va. Vuelve el 9, más
de incógnito, y lo coge. Lo detienen. Perfecto (sigue mañana...)
14 diciembre 2012
Honrar
Háganse a un lado, que toca
Krahe. Sí, el de ¡Hombre blanco hablar con lengua de serpiente!, aquel
al que el muy progre, muy comprometido y muy todo PSOE del homenajeado
Felipe González –el de Gas Natural, ténganlo en cuenta a la hora de subir la calefacción-
vetó, censuró y eliminó de un programa de TVE. Ese, ese Javier Krahe de las
rimas maravillosas, los versos ingeniosos, las pocas pero mágicas baladas
románticas y el humor surrealista, elegante y corrosivo ensanchará mañana
Barañáin con su presencia, justo dos días después de que el Instituto Plaza de
la Cruz vete la exhibición de un documental llamado Los trileros forales,
que finalmente podrá ser visto en el cine Carlos III, al lado de donde Faemino
y Cansado ofrecerán su cuarta noche consecutiva de desvarío. Hace años que no
les veo, pero ya les habré visto 4 o 5 veces y por mucho que me ría –no voy por
precaución- nunca me río tanto como con su sketch de la fila, en el que Faemino
se le cuela a Cansado y, ante el pasmo de este, le suelta unas milongas
excepcionales. España da gente así de década en década, poca, es cierto, pero
suficiente como para poder soportar que con suma elegancia se nos sigan colando
en todas las colas o que nos vayamos a pegar semanas sino meses hablando de
quién mandó los dichosos correos o que la cola del paro siga engordando o que
los abuelos y no tanto se metan dentro de los contenedores para rescatar algo
comestible con lo que llegar al final de la semana, porque el final del mes
queda demasiado lejos como para pensar en él. Así que muchas gracias, majos,
por iluminar con vuestra visita esta tierra tan amable, escura y
alfombrada de lao a lao por los hijos o incluso los mismos que ya
mandaban cuando había censura. No hemos avanzado nada, pero lo que nos hemos
reído ¿qué?
13 diciembre 2012
Cartera
A mi mi padre también me traspasó
su cartera. Por supuesto, saco partido de ella, porque a un padre lo que te
traspasa con amor no se le puede hacer ascos. Cierto es que mi padre vendió
carteras desde 1956 a 2006 y que yo hasta hará cinco años que se jubiló –porque
entró en el consejo de administración de la casa que tiene con mi madre, que al
final la muy rata accedió a compartir poderes con él- no he usado cartera jamás
y llevaba todo en los bolsillos de mala manera. Con lo cual, le acepté el detalle,
aunque ya se está descosiendo por la zona de los billetes –porque los de más de
5 euros me los plastifico- y tendré que echar mano de la segunda y última que
me dio cuando cerró su tienda, y no tenemos nada que ocultar, porque, además,
yo lo que les facturo a mi padre y a mi madre si por ejemplo les llevo unos
pimientos o les acerco el pan se lo facturo a precios de mercado y ellos
también trabajan con otros bufetes “libremente designados en función de una
relación de confianza profesional”, como por ejemplo mi hermana, otros
familiares y amigos y hasta mi hermano, que por fin ha llegado a Israel y le
han perdido la mochila. Esto ha causado en casa un hondo pesar, aunque ni mucho
menos si el que perdiera la mochila fuese yo, porque mi mochila tiene 28 años,
28, y ha hecho muchos más kilómetros que los mails que recibieron Cervera y
Asiain, transportado más cosas que Seur y visto lo que no está en los escritos.
Si a mi me pierden la mochila mi padre en persona pone la denuncia y que caiga
quien tenga que caer. Porque también me la regaló él y es verde y dura como una
roca y lo que no vamos a consentir es que se vayan diciendo cosas por ahí por
la prensa porque son cosas nuestras y gracias por la cartera y ¿un cinturón con
más agujeros no te habría quedao, papá?
12 diciembre 2012
Rendijas
Y mientras todo eso sucedía, a
pocos metros de uno de los bares en los que en los 80 se reunía la nata y flora
de la política y la economía navarras y que muchos ahí siguen –y el bar-, me
encontré con un amigo, que es pintor, de brocha gorda, y que se parece a Keith
Moon. Es batería de rock. Keith
Moon, también. Nos paramos y una habitación y una pared. Eso es todo lo
que ha pintado en noviembre y lo que llevamos de diciembre. Tiene dos hijos.
Una habitación y una pared. El día anterior, mientras todo eso sucedía, Fignon
me contó que hace como un par de meses que él y los dos amigos con los que
hacen pequeñas obras para ir tirando y viviendo en su lugar de origen sin tener
que venir a vivir a Pamplona, hace como un par de meses, digo, que no han movido
una piedra. Estaba cargando leña para pasar el invierno, como Marisa y
Fiorenzo, que en las dos horas que estuvimos de charla vieron cómo no entraba
nadie más al bar, aunque están hechos. Unos kilómetros al oeste, donde Felipe y
Letizia aparcan el helicóptero, habría tortas. Arriba, en el Ibarraetxea, en
Garaioa, la increíble Maite servía platos rebosantes a precios éticos. Ha
dejado un trabajo seguro en Pamplona y se ha montado un bar, tan precioso y
auténtico como el sitio. Mientras todo eso sucedía y kilómetros al sur se
desarrollaban batallas surrealistas pero que realmente no nos afectan, Maite
contaba entre mil risas a ver si habíamos visto unas cabras enanas que como
defensa personal se desmayan cuando las asustas. No, Maitetxu, aquí por desgracia
ya no nos asustamos con nada y nos despistamos con el humo, pero nos encantará
conocerlas cuando vayamos otra vez a verte. Si aún dejáis ir a los de Pamplona,
que entendería que no, porque la muralla que os hemos construido, esa sí que es
alta, sí. Y llena de rendijas.
09 diciembre 2012
T
Ahora, estos años, se admira mucho a El Roto,
aunque ya estuviera ahí hace la tira y no se le prestara tanto tanto caso. Es
obvio que es un genio que con un chispazo –como los buenos viñetistas- expresa
lo que no son capaces de decir mil libros o textos. Sin embargo, reconociendo
su genialidad, no hace nada que no hubiese hecho antes el Perich, incluso en el
tono y el tipo de mensajes. Esto también es normal, que simplemente unos se den
el testigo a otros, como pasa en todas las artes. Pero yo echo de menos al
Perich y esas frases suyas escritas hace 40 años y que valen para toda la vida:
el dinero sí da la felicidad, lo que no la da es tener que ganárselo o Lo
peor que suele tener mucha gente de derechas es que muchas veces no sabe que lo
es o Todo empresario sumergido en un conflicto colectivo experimenta un
empuje hacia arriba igual al volumen de empleados que desaloja. La lista es
inacabable y he cogido estas 3 echando un vistazo rápido a su Autopista,
editado en 1970, cuando tenía 28 años, en la que brilla tanto que te mueres,
como lo hizo el Ivá en su día en El Papus y El Jueves o tantos
otros que si aún vivieran emitirían obra maestra tras obra maestra al hilo del
tiempo este que siendo nuevo no deja de ser viejo, como la imagen del Díaz
Ferrán con la pasta en su casa y un lingote de oro. El Perich con los
empresarios –con los deleznables, claro- era implacable en su sección Perich-Match
y aunque la España en la que vivió era dura, terrible, seguro que
alucinaría con los niveles de desfachatez de la actualidad, en la que seguimos
ahogados sin comerlo ni beberlo por unos tipos que tienen además los cojones de
asegurarnos que no nos queda otra. No hay mayor satisfacción que la del
deber cumplido. En especial para los que han impuesto el deber. (Jaume Perich)
08 diciembre 2012
N
No he entrado aún en la
Biblioteca –Pública- de San Francisco y que antes de fuésemos pobres, austeros
y arrimáramos el hombro y la dolorosa medicina y todo eso se llamaba Biblioteca
General y estaba en el centro de la ciudad. No he entrado porque no entro en
joyerías. Me dan miedo. Esas joyerías o tiendas caras de escaparates
kilométricos y en el escaparate una sola cosa enana en medio que inmediatamente
sabes que cuesta como tu casa. No entro, me asusto. La última vez que estuve en
esa biblioteca, cuando ya se había producido el traslado allá a lo lejos –para
revitalizar el Casco Antiguo-, vi un libro en mitad de una estantería metálica
con remaches que –no exagero- ya era vieja cuando Mola y Garcilaso. Estaba
solo, el libro. Cierto es que en la balda de abajo había más y que a derecha e
izquierda también, pero ese estaba solo. Luego fui un par de veces o tres al
Condestable, mientras alguien reformaba la antigua Biblioteca General y en los
pasillos de la nueva podías entrenar series de 400 metros sin cruzarte con
nadie. En el Condestable estaban los mismos títulos –idénticos- que meses atrás
había podido ver en la antigua sede. Ya estaba la gestión subcontratada a una
empresa privada, tal y como va a ocurrir en la actualidad. Gente muy simpática
pero con prácticamente nada para ofrecer, amén de ocupar un espacio pagado con
dinero de todos y del que ellos están sacando partido con inversiones
inexistentes. Esta es la cultura que le gusta e impulsa –la vida son hechos,
¿no?- el Gobierno de Navarra y ese Sánchez de Muniain de “hay que hacer más con
menos” (¿el ridículo, como en el Festival Joven de Navarra?) y ese Fermín
Alonso y sus jerséis de rombos. Qué joyas nos han tenido que caer. El libro era
Vendrán más años malos y nos harán más ciegos, de Ferlosio.
07 diciembre 2012
E
Sería el jueves pasado que leí
una noticia firmada por algún redactor o redactora de la Agencia EFE –que es
pública y está en ERE- en la que, con sus dos cojones pegados a la silla o sus
uno o varios ovarios, aseguraba que “unos manolos cuestan entre 800 y 6.000
euros, precio justificado si se tiene en cuenta que los zapatos con firma
Blahnik están realizados con tejidos exquisitos e incluso piedras
semipreciosas”. Esto lo aseguraba –lo del precio justificado también- el o la
periodista, para vestir la noticia de que al tal Blahnik le habían dado
el Premio Nacional de la Moda, dotado con 30.000 euros, que le alcanzan para
comprarse unos cinco pares de sus propias creaciones, cantidad perfectamente
justificada, como no podía ser de otra manera. Esto que yo he entrecomillado no
lo decía el tal señor, que por mi como si vende sus zapatos a millón, sino
alguien salido de una facultad de comunicación –aunque a saber-, que bendecía
el precio y así todos contentos con el premio, que otorga el Ministerio de Educación
y Cultura, el que lleva el tal Wert. Es perfecto en el país de los casi 5
millones de parados que con lo que cuesta la gama baja de los zapatos del pijo
pasan un mes o dos. Yo de hecho creo que con 800 euros hago como unos dos años
o tres de ropa. Pero, oye, tira, tira, tú a lo tuyo y suerte con el ERE. Hace
poco hubo un desfile para los jóvenes talentos de la moda navarra –aunque había
uno que por el pseudónimo igual era austrohúngaro- y en primera fila, así de
derecha a izquierda, estaban Alli, Alba, Barcina, Goicoechea y luego una señora
rubísima y emperifolladísima que sería una VIP o incluso más. Aunque no los vi
muy atentos. Igual alguna estaba pensando si con 19 días trabajados en la UPNA
da para unos manolos. Por distraerse de los 52.000 parados.
06 diciembre 2012
U
Lo pasemos de bien... Kiko
trajo ajoarriero, que le sale de chuparse todo. Pakete, que es adicto, el
queso, de Roncal y unas cuñas de Orbaiceta. Katxas, los cogollos. Fisflu nos
hizo unas alcachofas con no sé qué hostias que le echa él. Koloretes nos inundó
de espárragos, Wen preparó los menudicos, Kutxillo bien de pimientos, Txuantx
se encargó de la birika, Tubbson trajo el remolque con el patxarán, la batxaka,
la patxarra y el vinazo –Sarriá, faltaría- y yo pues puse el techo, esta
prodigiosa voz que Dios me ha dao y que saco pocas veces a relucir para
no abusar y que, como no podía ser de otra manera, puse al servicio de nuestro
bien cultural más preciado, la jota navarra, y, a los postres, con la goshua,
que esa sí preparé en casa, les hice una demostración del zapateado de
Sarasate. Esto no fue el viernes para ver el Osasuna-Rayo sino el lunes para
contemplar –en directo por nuestra televisión pública- la entrega de la Medalla
de Oro de Navarra y el posterior concierto, aunque para cuando empezó ya estábamos
todos tan kurdas que Pakete sacó su cd de Police –lo lleva en la
cartera- y nos jalamos el Synchronicity entero por vez 12.000. Por
supuesto, cuando sonó el himno de Navarra nos pusimos de pie, nos agarramos de
los hombros, levantamos los mentones y nos embargamos. Lo normal. Esto lo
llevamos haciendo desde el 82. Nos conocemos de antes, pero nuestros padres no
lo veían bien. Por el patxarán, suponemos. A eso de medianoche –que ya era de
Día de Otro Sitio- los fui sacando a escobazos, desencalamos a Wen del
tejadillo y nos juramos, con esa firmeza que otorga el alcohol en cantidades
industriales, que para el Aberri Eguna este año como que igual txangurro
es mucho lío. Pero ya hemos pasao por ahí y estao en ese bar.
Caerá. Navarros no sé, pero cabezones...
05 diciembre 2012
P
Existe una tienda de periódicos
en Pamplona –como las habrá en otros muchos lugares- que vende una notable
cantidad de prensa diaria al Gobierno de Navarra. Es levantar la persiana y
tener ya una venta bastante importante asegurada. O existía, no lo sé. A mi eso
me parece bien, aunque me parecería mejor –idílico- que ese hecho fuese más
repartido o rotara entre las tiendas que tienen dado de alta ese IAE. Pero es
perfectamente legal y yo me alegro por esa gente, qué coño. Ahora bien, si con
el ánimo de ahorrar algo, de disponer de más dinero para otros temas, el
Gobierno decidiera –si existiera esa posibilidad, que no existe- que ellos
mismos se iban a imprimir su propia prensa y gestionar sus plazos, costes y
personal, me parecería también correcto. Cosa diferente sería si eso luego les
sale bien o mal, pero como idea –ahorrar- está bien. La tienda, lógicamente,
perdería bastante dinero –la prensa no supone riesgo para una tienda, porque no
se compra, se paga lo que se vende, pero se gana poco por cada ejemplar y hay
mil gastos en una tienda-, quizá le supondría un porcentaje muy alto de sus
ingresos y quien sabe si pondría en riesgo su viabilidad tal y como tuviese
diseñada su estrategia de ventas. Pero nadie le podría decir nada al Gobierno
de Navarra, que no incumpliría contrato alguno. Pues bien, con las lógicas
diferencias pero básicamente siendo lo mismo –los conciertos sanitarios son
flexibles-, esto va a pasar con San Juan de Dios, que es un hospital privado,
repito, privado. Y, entendiendo a sus trabajadores al 100%, a quien deben de
mirar es a su empresa, porque eso no son recortes en la sanidad pública, no lo
son. Que luego salga mejor o peor es otro tema, pero no confundan a la gente
para buscar ayuda, pídanla y la tendrán sin confundir a nadie.
02 diciembre 2012
'Caralibro'
Mediante esta columna –soy así de
egocéntrico y tontainas, esto no son unas líneas detrás de otras, es una
columna, qué pasa- comunico a Facebook –y por tanto al universo,
incluido Petilla de Aragón- lo siguiente: estimado Zuckerbergengerswaschtaiger;
mira, majo, conocerte no te conozco de nada, de verte. Y tu chica parece maja,
así, de lejos. Te diré también que yo, que también aunque no te lo creas visto
este estado de derrumbe en el que hallo he estado en Harvard, aunque fuera por
fuera y solo porque había allá alao una cafetería de esas de donuts con
cositas pegadas de colores y que abría pronto –¡cinco de la mañana!- y te
dejaban sacar el café fuera y así se lo llevaba a la cama a mi rival, que
duerme como una morsa y estábamos alao ocupando la casa de una familiar
justo en el piso de arriba de un café que se llamaba y se llama Café
Pamplona -¡que lo sepas!-, te diré, caradehaba, que te puedes meter
todo lo que publico en mi muro directamente por la propia zona escrotal,
porque, además, y en general, yo también lo robo de aquí y de allá y lo hago
para hacer un rato el mico, que se me da bastante bien aunque no haya estudiado
en Harvard ni cotice en bolsa –escrotal- ni tenga instalada una empresa en el
Valle de la Silicona ese en el que estáis todos los bodoques forraos
de pasta que habéis estao en Harvard o en esos sitios con chaquetas de
chándal con capucha y cordoncillos y el nombre en letras grandes y que, qué
duda cabe, sois unos genios y nos alegramos mucho por vosotros y por la china,
por supuesto. Porque a mi lo que más me gustó de aquello, majo, era una
librería que estaba a la vuelta, en Mass Avenue, llamada Nuevos y Viejos
Libros. Mientras tu puto invento no acabe con esos sitios, como si me robas
el pasao, caralibro. Pero por laba tienes caralibro tú.
01 diciembre 2012
La familia
Pitcairn es la única isla
habitada de las cuatro que componen las Islas Pitcairn. En su capital,
Adamstown, viven todos los habitantes de la isla. Las Islas Pitcairn son un
país, aunque no una nación soberana. Bueno, no es exacto, algunos habitantes no
viven en Adamstown. En concreto no viven en Adamstown cuatro. Los otros 63, sí.
Es el país con menos habitantes del mundo, un total de 67, según las
estimaciones de 2011. Está a tomar por culo. Lo curioso del caso, sin embargo,
no es que allá vivan tres y el del tambor, o que todos ellos y ellas sean
descendientes del Motín del Bounty. Lo curioso es la endogamia. Son
todos familia entre ellos y está todo tan lejos que ni pasan por allá los
aviones y apenas son una decena los barcos que atracan cada año. Vamos, que no
les quedan más pelotas que llevarse medio bien para ir tirando. Leí su historia
hace años y pensé en ellos inmediatamente cuando leí que el nuevo director
general de Criteria –La Caixa tras absorber CAN-, Enrique Goñi, antiguo director
de CAN, había nombrado al antiguo presidente de CAN, Miguel Sanz, presidente de
Bodegas Sarriá, ocupando el propio Goñi el cargo de vicepresidente junto con,
entre otros, otro Sarriá, José Antonio, presidente de la CEN y a su vez
vicepresidente de lo que quede de Caja Navarra, que preside Asiáin, hermano del
abogado de Urralburu, aquel señor que iba para cura que se casó con una Balda e
hizo migas con Mangado, el del adoquín, al que Sanz encargó un Baluarte y
subvencionaba congresos y su fundación, mientras en las filas inferiores
aplaudían Barcina y su ex, la Barcina que puso de consejero de CAN a Iribarren
Fentanes, el vicepresidente de Sanz que empezó lo de Los Arcos, y así todo
seguido hasta dar la vuelta Pitcairn te la andas en una mañana saludando familiares.