01 octubre 2005


Passeu, passeu

Bien, bien. Espero que sigan tan majos ustedes vosotros como cuando los dejé hace ya seis años, que los que tenían que crecer hayan crecido y los que no tenían que encoger no hayan encogido. Brindamos por los ausentes, también. Les cuento. Esto va a ir como sigue. Aquí uno va a escribir un artículo todos los días de la semana, excepción hecha de los lunes y los martes. ¿Por qué esos días? Ni idea. Cosas más raras hay. Vale. Hasta ahí, normal, nada del otro mundo. Sigo. La temática (parezco el Casamayó) será la siguiente: la que me apetezca. Ustedes se pensarán que así cualquiera ¿no? Pues no. Una mierda así de alta, que diría Faemino. Esto es duro, vive Dios. ¿Por qué? Ahí está el quid. Porque básicamente estaré en contra de todo, ya sea un ayuntamiento, un entrenador, un cantante, yo mismo o la reproducción por esporas, gran tema. En contra de lo que sea. ¿Será siempre mi opinión? No tiene por qué. Lo escribiré yo, eso sí, pero de ahí a que refleje lo que yo pienso (si es que pienso) va un tramo. Habrá días que sí, días que a medias, días que no. Y los lunes y los martes nada. ¿Lo han entendido? Vamos bien. Amás, amás, en internés hemos abierto una página (según me han dicho, está la dirección ahí abajo, como Cádiz) en la que ustedes, previo registro ni táctil ni económico, podrán opinar acerca de los artículos, sugerir nuevos temas, etc, etc. Un servidor se compromete a dedicar el artículo que aparezca los miércoles a la sugerencia que más me llame la atención de entre las que hagan a lo largo de la semana (de lunes a lunes). Si les parece, claro. Yo estaré encantado de ser sus dedos. Eso es todo. Mañana se abren las puertas y, como cantaba Sisa, passeu, passeu, que casa meva es casa vostra si és que hi ha ... cases d’ algú.