Bravo río
Entro en la tienda mientras Neil Young canta que Big John lleva bebiendo desde que el río se llevó a Emmy-Lou: “Dame un par de arneses, 50 metros de cuerda de 10 milímetros, mosquetones. Y algún clavo”. “¿Qué clase de clavo?”. “De mucho fumar y mucho pacharán, no te jode. Pues normales Iosu, normales”. “¿Qué, os vais a subir el Machapuchare?”. “No. A trabajar”. Trabajar es lo que tiene, es un deporte de riesgo. Y más si para ir al tajo tienes que coger el coche y, sobre todo, tienes el bólido en el parking del Baluarte. Te la juegas. Mi rival lo tiene ahí y ya le he prometido que para su cumple le pienso comprar un casco, ya que con el paraguas que le regalaron en la empresa que lleva el parking no le alcanza. “Fijo que este año nos dan un chubasquero”, me dice. Va para dos años que lleva funcionando el invento y sigue siendo un asombro ver cómo corre el agua escaleras abajo cuando llueve. ¡Qué charcos! ¡Qué goterones! ¡Qué golpes más tontos!, ¿verdad? ¡Huy, que me acabo de romper el coxis! Nosotros no vamos a tener problema porque, bien encordados y con los crampones y el piolet, bajaremos fácil, incluso cuando la nieve nos llegue a la rodilla y haya peligro de aludes. Pero claro, me imagino yo bajando por ahí a esas pobres mujeres con sus joyas y sus tacones que salen de oír a algún farinelli-il-castrato y me enternezco. Alguna mutua se está haciendo aquí de oro. Ahora están discutiendo nuestros munícipes si poner o no una cafetería para darle vida al lugar, por llamarle de algún modo. Qué coño cafetería, si basta con no poner las pérgolas y ya tenemos ahí un parque acuático de primer orden, con sus corrientes, sus saltos de agua y sus especies autóctonas. Hasta podríamos formar equipo de remo para ir a por la bandera de La Concha.
6 Comments:
Ayer mismo bajé yo por allí y es una verguenza. Se gastan una millonada en la plaza y ahí nada.
Pamplona es una ratonera. Algo que va más allá de las eternas obras que cierran los caminos de la ciudad y obligan no ya al conductoro, sino al peatón, a deshacer algún camino porque un volquete o un operario enfadado le corta el camino sin previo aviso de la dificultad. Pamplona es una ratonera porque se favorece la vida en un espacio único, brillante y fatuo que va del empedrado del Baluarte a los golfs de Gorraiz, agujerando el centro con futuras zonas pijas (ahí está la zona exclusiva de Príncipe de Viana o lo que nos espera en Salesianos) y favoreciendo que se muera y languidezca el Casco Viejo y los barrios populares. En Pamplona también han puesto ratoneras para que estudien los chavales de la Rotxapea, que ya se sabe, nada tienen que ver con los de la parte guapa de la ciudad, donde se extiende la peanotalización sin medida y se prima la renovación de un Ensanche caduco y fiel (en los votos) al poder. Estamos en una ratonera y todos los días hay que intentar fugarse. Mis respetos
Hasta ahora no me había fijado, pero sí. Parece incréible que dejen así una bajada de peatones.
Suerte y gracias por el blog.
Bien, Jorge, bien, eres un puto montstruo, pero la cuerda mejor de 7 mm, que si no pesa....un abrazo desde las suizas..
Opino lo mismo que el que te llama puto monstruo. Sigue así o mejor, si cabe. a ver si va resultar que todos somos contingentes y tu necesario? Saludos
¿Porqué no dedicas unos palabros a Faulkner?
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