22 junio 2013

¿Qué?

Una de mis mejores amigas de la cuadrilla perdió a sus padres cuando tenía 3 años. Su hermano pequeño tenía 1. Un accidente de coche. Otra, también de la cuadrilla, se quedó sin padre a los 15. Su padre iba en bici y un camión acabó con él. Unos años más tarde, a mi amiga le tocó el timbre un foral para informarle de que su chico de tantos años, al que acababa de decir en un rato nos vemos, se había matado con la moto contra un quitamiedos. Ese policía foral era el cuñado de mi amiga. Y de mi amigo, el del quitamiedos. Hace 16 años, Patán y Pepa, que eran novios, se estrellaron en la ronda. Pepa falleció al instante y Patán aguantó un mes como un coloso. Mikel, el otro Mikel... así podríamos seguir un mal rato, supongo que todos nosotros, en mayor o menor medida, más de cerca, menos, más directo, un poco más lateralmente o de un modo devastador. Por supuesto que los coches, las motos, el transporte, son necesarios, útiles, divertidos, vitales en ocasiones. Yo mismo a veces echo de menos tener el carné para largarme un momento a alguna parte o llevar a alguien o ver algo y volverme. Mucho. Pero no cabe ninguna duda de que, salvo asesinas excepciones, es prácticamente la única actividad humana en la que sin tener absolutamente ninguna responsabilidad se te pueden llevar por delante y ni te enteras. Ni siquiera es una enfermedad, algo en lo que en muchos casos tampoco tienes ninguna culpa, pero que en cualquier caso forma parte de ti. Esto viene de fuera y te quita de en medio, así seas el ser humano más precavido del universo. Es brutal. Seguirá habiendo siempre accidentes, claro, y tragedias inenarrables, pero cuando leo las trabas a todo lo que es transporte público, cuando veo a auténticos asesinos al volante, no puedo. ¿Qué les dices a dos personas de 5 y 9 años? 

1 Comments:

Anonymous Txandrios said...

Que por abaratar costes se dan transportes a innumerables conductores-cafres que conducen de manera asesina e ilegal (por la noche a velocidades supersónicas, ya hasta de día y sin rubor, etc). El sábado en Etxegarate no había manera de adelantar a dos camionacos a 120 km/h y por las rondas andan como andan. Camión volcado + rotonda, exceso de velocidad SIEMPRE. Un coche es peligroso, pero un camión es una bomba en marcha. Sólo hay que multiplicar velocidad x peso y ves las dimensiones de lo que puede generar toda esa enegía.
Salud

12:21 p. m.  

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