03 junio 2006


Autoempleo

Visto cómo está el mercado de trabajo y que el escultor del homenaje al encierro no me quiere como modelo porque, según dice, soy de pata flaca, he optado por el autoempleo. Me he hecho antenista. Hice las prácticas en mi propio tejao y ahora vemos La Sexta de cojón de pato. Eso sí, no vemos la ETB y ya me ha dicho el del 2º a ver si había llamao yo a algún antenista, que dice que mañana es la final de pelota y como no la vea le da fuego a la escalera. Yo me he encogido de hombros –verme a mí encogerme de hombros es un espectáculo, ya que sin encoger ya me hacen frontera con el cuello así que imaginen encogidos- y le he dicho que mi madre me ha dicho que no hable con extraños. Y he bajao a la calle con mi mono azul a ofrecerme por los portales, así, en plan directo, como los de los Testículos de Jehová o los mormones, y con la ilusión de ver si es cierto eso que se leía en las fotonovelas eróticas de los 70 sobre los fontaneros, electricistas y colocadores de pladur. Pura ficción. Me han abierto todo tíos –ellas creo que estaban todas en Sandra, me han dicho-, mayormente unicejulares, y con cara de muy mala leche. Pero la mala leche por no poder ver el Mundial me ha dao a mí unos réditos que a las cuatro horas ya me había tenido que comprar un busca y ponerme una secretaria y ya he terminando de antenizar Barañain. Ahora mismo ando por el Segundo Ensanche y me estoy terminando una cervecilla que un unicejular con una sonrisa de oreja a oreja me acaba de sacar. Si es que hacer feliz a la gente está muy bien. Por cierto, le he dicho que esa torre de refrigeración tenía muy mala pinta, pero no me ha hecho ni caso. Esta meao de la risa con Urdaci. Voy a ver si arreglo lo de la ETB. Pero cobrando. ¡Anteniiiiiiiiiista, piii-piii! ¡Coño, la UGT, voy a ofrecerme!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo , hace años, oí contar el caso de un fontanero. De los colocadores de PLADUR nunca he oido nada que no se pueda contar. Que ¿qué le pasó al fontanero?. Pues algo muy serio. Falleció de accidente laboral. No recuerdo si fué e Barañain o en Zizur. Estaba el hombre en una postura comprometida, intentando arreglar una fuga del fregadero en la cocina de una clienta ya talluda. Y sucedió lo que el lampista no esperaba, que la talluda entró de improviso en la ocina y puso su mano en aquella zona donde las reacciones de los fontaneros son las mismas que las de los ministros del interior. El operario saltó como un resorte y pegó con su cabeza contra el mármol. El de "Noticias del Reporter", no aclaró si la fuga quedó arreglada o todavía continúa.

1:04 p. m.  

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