In the navy
La gente, con tal de hincarla –“¿me guardas esto 15 minutillos?”-, es capaz hasta de enrolarse en la Marina. Ya lo comentó Antonio Gades en una entrevista: “¿Cómo le gustaría morirse?”. Y contestó: “Encima”. Que luego ya resulte que son militares profesionales, que se lo hayan montao en un buque de la Armada en Rota, que lo hayan grabao y que lo hayan colgao en internet no deja de ser mera anécdota, el pitillo de después. Y que los hayan suspendido de empleo y destino y ahora estén macho y hembra y cámara en casa (y el marido de ella jugando a los autos de choque sin necesidad de comprar fichas), sin cobrar y se supone que dándole a la manivela para aliviar la pena, no deja de ser sino mera envidia de los mandos, que mucha medalla y mucha vaina, pero al final todo se reduce a que se han pegao miles de travesías -¿ande van? ¿y pa qué?- gritando eso de “¡Organización, que hay 29 mujeres y 1 solo hombre y ya me han dao por saco 15 veces!”. Ella incluso ha denunciado a sus compañeros porque asegura que le había estado dando de seguido al anís, que no sabía que la estaban grabando y que no distinguía bien la popa de la proa y que aquello que veía no sabía si era el palo mayor o las vergas, que ya saben ustedes que son los palos engarzados a los mástiles, las vergas, mal pensaos. Minucias, ganas de desviar la atención sobre lo realmente importante. ¿Y qué es lo realmente importante, lo que todo buen aficionado al séptimo arte echa en falta?: un hilo argumental, unos buenos planos, algún flashback, un buen trabajo de actores. No se puede grabar cualquier cosa y luego colgarla en internet y que vayamos allá a consumir banda ancha y no se saque nada en claro. Si ya lo dijo Woody Allen: “Las películas porno son terribles. Tan mal iluminadas...”. Dichosos cámaras novatos.
La gente, con tal de hincarla –“¿me guardas esto 15 minutillos?”-, es capaz hasta de enrolarse en la Marina. Ya lo comentó Antonio Gades en una entrevista: “¿Cómo le gustaría morirse?”. Y contestó: “Encima”. Que luego ya resulte que son militares profesionales, que se lo hayan montao en un buque de la Armada en Rota, que lo hayan grabao y que lo hayan colgao en internet no deja de ser mera anécdota, el pitillo de después. Y que los hayan suspendido de empleo y destino y ahora estén macho y hembra y cámara en casa (y el marido de ella jugando a los autos de choque sin necesidad de comprar fichas), sin cobrar y se supone que dándole a la manivela para aliviar la pena, no deja de ser sino mera envidia de los mandos, que mucha medalla y mucha vaina, pero al final todo se reduce a que se han pegao miles de travesías -¿ande van? ¿y pa qué?- gritando eso de “¡Organización, que hay 29 mujeres y 1 solo hombre y ya me han dao por saco 15 veces!”. Ella incluso ha denunciado a sus compañeros porque asegura que le había estado dando de seguido al anís, que no sabía que la estaban grabando y que no distinguía bien la popa de la proa y que aquello que veía no sabía si era el palo mayor o las vergas, que ya saben ustedes que son los palos engarzados a los mástiles, las vergas, mal pensaos. Minucias, ganas de desviar la atención sobre lo realmente importante. ¿Y qué es lo realmente importante, lo que todo buen aficionado al séptimo arte echa en falta?: un hilo argumental, unos buenos planos, algún flashback, un buen trabajo de actores. No se puede grabar cualquier cosa y luego colgarla en internet y que vayamos allá a consumir banda ancha y no se saque nada en claro. Si ya lo dijo Woody Allen: “Las películas porno son terribles. Tan mal iluminadas...”. Dichosos cámaras novatos.
2 Comments:
la has clavao chico
Si lo llego a saber no me hago objetor. Por cierto, ¿a dónde se puede ver el video ese?, que me asalta la curiosidad.
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