13 enero 2008

Falsos

Claro, ahora es bien fácil hablar, cuadrilla de charlatanes, que seguro que lleváis todo el fin de semana hablando de lo mismo, parásitos, que como vuestras vidas son de un insulso y de un sin sal de mil pares tenéis siempre que andar largando de los demás y criticándolo todo y faltando al respeto y así os va, que ya está bien, que mira que es fácil lo vuestro, ahí con las manos en los bolsillos y en el txikito, mientras el resto del personal se devana los sesos y produce. Haberlo hecho vosotros, listos, si tan listos sois, haberlo hecho. Bien fácil: se sienta uno delante de la hoja en blanco y empieza a escribir. Tema libre. ¿Parece sencillo, verdad? Probad, probad de vuestra propia medicina, a ver si os escaldáis, gañanes. Mira que el bueno de Paulino se dejó casi la vida en el empeño, se ha marcado una letra para el himno que es una preciosidad, de una sutileza exquisita al par que emotiva, y ahora no hay ser humano que no la ponga a caldo, empezando por los politicastros, como el soso ése de Llamazares, que es un sinsorgo. Que dice que le recuerda a Pemán, la letra. Y una leche, Pemán, ya le gustaría a ése llegarle a Paulino a la tapa del Pilot. Además, ¿no quedamos que lo que era una basura era la música? Con esta letra, en cambio, gana, gana mucho, van a parecer los podios cuando ganen los españoles un capítulo de los tristes de La casa de la pradera, menudas hartadas de llorar. Ya, entonces vosotros, los graciosillos, preguntaréis si llora de la emoción o por la letra, seguro, que sois unos perdedores, unos mofadores profesionales sin aprecio alguno por los seres humanos que crean de la nada las más bellas y excelsas imágenes y metáforas. ¡Viva España!/ Cantemos todos juntos/ con distinta voz/ y un solo corazón! ¡Dios, qué himno, pídelo en tu batzoki!