21 diciembre 2005


Carta

Querido amiguito Roberto Carlos: Dice mi mamá que no le haga caso a mi papá cuando dice que qué hago escribiéndote esta carta, que a la gente así uno no se dirige ni por carta. Eso dice mi papá. Mi mamá me dice que la escriba y eso estoy haciendo y luego la leerás, aunque todavía no porque no la he terminado. Cuando la termine, la meteré en la boca de un león que se traga las cartas. Una vez le metí una para mi abuelita y le pregunté si la carta le había llegado mordida y me dijo que no y por eso me gusta el león, porque no muerde ni a las personas ni a las cartas. Mi amigo Juan, que no es el mismo que mi oso, que se llama Juan Pequeño, ni que mi hermanito Juan, que se llama así porque es el nombre de mi oso aunque yo quería que mi hermanito se llamase equipo de Osasuna, pues que mi amigo Juan me dice que por qué no te mando un mensaje por el móvil, porque él tiene móvil, pero yo no porque mi mamá dice que soy pequeño y además luego me he acordado que no tengo tu teléfono. Y se lo he dicho a mi amigo Juan y entonces ya le ha parecido mejor que te escriba y eso estoy haciendo, aunque ahora mi hermanito está llorando y voy a ir a ver qué le pasa. Ya está. Tenía el chupete del revés. Ahora dice mi papá que el chupete estaba como el tobillo de Valdo. Y ya no me acuerdo para qué te estaba escribiendo la carta. ¡Ah, sí! Porque me dijo mi mamá que te dijera que vengas este año a la cabalgata porque Lizaur está cansando y que ocupes tú su puesto. Yo no sé qué significa esto pero me dijo mi mamá que te lo dijera y eso estoy haciendo. Y mi papá añadió que no hace falta que traigas caramelos, que este año los caramelos los va a tirar la gente y no los que van en la carroza. Eso te tenía que escribir. Voy a echarla al león. Adiós. Tu amiguito Gonzalo.