07 diciembre 2005


Puente

Yo soy el Gobierno Central. Mi rival, el Ayuntamiento de Pamplona. Cumplió los años el pasado 29 y les dio fiesta a los de por aquí de la capital. Yo los cumplí ayer y, como tengo más ego, pues dije, nada, fiesta pa toos, que se esparzan un rato estas gentes por Murcia o por Londres. Nosotros nos hemos quedao, pa disfrutar la soledad. Un minuto y 43 segundos con 236 milésimas desde Barañáin hasta la Plaza del Txistu o Coño (¿qué coño es esto?) nos costó ayer en el coche. Una gozada y pole position, aunque íbamos descargaos de gasolina, todo hay que decirlo. Mañana es la carrera. Parte favorito el hijo del concejal Ignacio Polo, que suele conducir con carburante extra y nunca le meten un stop and go. Aparcamos el coche en boxes y nos fuimos hacia el motor home por San Gregorio y es cuando me dice: “¿No les habrás dao fiesta a los de la entibadora?” “No sé. Ya sabes cómo es esto del poder. Me pusieron todos los expedientes en la mesa, que si ya estaban revisaos, y los firmé”. “Cenizo, a este paso no nos peatonalizan la calle nunca. A que se cogen to el puente. ¿Quién firmó los de el jueves 8?”. “Joé, pues mi primo Isra, que cumple también”. “Ya le estás llamando”. “A ver, a ver, ¿te dije yo algo por no darles fiesta el martes pasao a los de los centros comerciales, te dije yo algo de que los estás explotando?”. “Tenía ganas de conocer El Corte Inglés y ya sabes que entre semana no puedo, que tengo horario partido, no como tú, que la última vez que trabajaste aún no existía la Seguridad Social. Y no me calientes que mira que tú tampoco les diste fiesta a los hijoputas ésos de las bombas de Madrid”. Y es por ello que, antes de cargarnos la relación, el año que viene dimitimos que, como dijo aquel pequeño gran hombre, “¡qué difíciles sois de gobernar!”.