La cestita
Me he pegao todo el verano a Rolex, vistos los precios a los que están las setas –sobre todo desde que los de la Ulzama empezaron con el impuesto revolucionario-. Iba con mi cestita, mi navajita y venga de Rolex. Algunos eran de imitación, pero les di salida tan ricamente para los puestos ambulantes playeros. Son cojonudos estos de la Ulzama, ¿no les parece? Yo voy a hacer igual. El año que viene me pienso en de poner en la puerta de casa el 6 de julio y al que venga a meármela –la puerta- le pido el carnet. Si es de la Ulzama, 10 euros. Y si además quiere arregomitar, 20. Que empieza a entonar alegres canciones etílicas a las 4 de la mañana, 30. Hoy por ti, mañana por cojones. ¡Anda, que aún no he dicho ni hola! Pues hola, un inmenso placer otra vez, he de reconocer que ya lo echaba de menos. Es que para mi el de las setas ha sido el tema estrella del verano, ni El Solitario, ni los topillos, ni la investidura, ni Puras, ni Torrens ni nadie: las setas. Y eso que parte de razón no les falta a los de la Ulzama, pero no sé yo si es el modo, porque ya he oído conversaciones de barra de bar –ese Parlamento global- que anuncian que muchos se van a llevar la comida y la bebida de casa cuando vayan a coger y pagar las setas y ya me veo a los hosteleros regalando tickets para poder llenar la cesta y que el personal les consuma sus ricos condumios. Bueno, es lo mismo, tampoco es para tanto, que total el 90% de los que van son guipuzcoanos y los 5 euros que les cuesta es bastante menos de lo que nos cuesta aparcar en Donosti, el granizao y 10 o 12 pintxos con sus respectivos zuritos. Pero no me digan que por ello no dejar de ser triste que En Navarra tú ya no decides y que coger 10 kilos de setas le va a costar a usted lo mismo que a Pepe Blanco. ¿A que jode, eh?
Me he pegao todo el verano a Rolex, vistos los precios a los que están las setas –sobre todo desde que los de la Ulzama empezaron con el impuesto revolucionario-. Iba con mi cestita, mi navajita y venga de Rolex. Algunos eran de imitación, pero les di salida tan ricamente para los puestos ambulantes playeros. Son cojonudos estos de la Ulzama, ¿no les parece? Yo voy a hacer igual. El año que viene me pienso en de poner en la puerta de casa el 6 de julio y al que venga a meármela –la puerta- le pido el carnet. Si es de la Ulzama, 10 euros. Y si además quiere arregomitar, 20. Que empieza a entonar alegres canciones etílicas a las 4 de la mañana, 30. Hoy por ti, mañana por cojones. ¡Anda, que aún no he dicho ni hola! Pues hola, un inmenso placer otra vez, he de reconocer que ya lo echaba de menos. Es que para mi el de las setas ha sido el tema estrella del verano, ni El Solitario, ni los topillos, ni la investidura, ni Puras, ni Torrens ni nadie: las setas. Y eso que parte de razón no les falta a los de la Ulzama, pero no sé yo si es el modo, porque ya he oído conversaciones de barra de bar –ese Parlamento global- que anuncian que muchos se van a llevar la comida y la bebida de casa cuando vayan a coger y pagar las setas y ya me veo a los hosteleros regalando tickets para poder llenar la cesta y que el personal les consuma sus ricos condumios. Bueno, es lo mismo, tampoco es para tanto, que total el 90% de los que van son guipuzcoanos y los 5 euros que les cuesta es bastante menos de lo que nos cuesta aparcar en Donosti, el granizao y 10 o 12 pintxos con sus respectivos zuritos. Pero no me digan que por ello no dejar de ser triste que En Navarra tú ya no decides y que coger 10 kilos de setas le va a costar a usted lo mismo que a Pepe Blanco. ¿A que jode, eh?
2 Comments:
Pues a mí me parece bien. Nunca he querido morir de gratis, que morirse tiene que costar un esfuerzo. Yo, que siempre tengo muy buena suerte, seguro que cogia una amanita phalloides. ¿Y me voy a ir de rositas? ¿Sin pagar un duro? Pues no, 5 euros me parece bien. Si ya pago 7 por un cubata en San Fermín y el garrafón me mata más lentamente y en un lugar mucho más feo...
Ya hora del regreso del monstruo. Dios existe
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