28 junio 2007

Azul
He quedado con Javi, Kike, Bea, Pancho, Desi y Piraña que esta tarde llegaremos a Carlos III. Como algún listo nos birló las bicis –cuando estábamos jugando al dominó con Frasco y Telerriba-, vamos a tener que echar mano de las que ha puesto en alquiler el Ayuntamiento de Pamplona, porque nos han dicho que hay que volver a regrabar la careta de entrada de la serie, con lo bien que nos había quedado. Ha debido de haber algún problema al positivar, que no sé lo qué es pero el caso es que sale todo negro y además Julia ya no toca el acordeón sino el violín eléctrico. Ir desde Nerja hasta Pamplona nos costará lo suyo, pero entre que mi hermana está medio buena, Javi también y que si no Pancho saca la sirla, seguro que nos para algún coche y estamos en Pamplona a tiempo de inaugurar este nuevo servicio, porque los de producción nos han dicho que ya no compran más bicis en propiedad, que nos las sisan. Lo que no nos gusta tanto es que tengamos que poner 150 euros cada uno como aval para poder alquilar las bicis. ¿Qué se cree la Barcina, que las vamos a robar y luego tunearlas para que no se reconozcan? Pues no, nosotros somos gente sana, chavales íntegros, empalagosamente buenos, incluso. No nos importa si nos piden el DNI para sacarnos la tarjeta –aunque yo todavía no tengo DNI, porque aún tengo dientes de leche-, pero poner 150 euros así por adelantado nos parece un exceso, tacharnos de posibles mangutas antes de tiempo. Con lo que avanzan los tiempos les tendrían que poner un chip para localizarlas. Bueno, ya negociaremos. Y si la Barci no se aviene, ningún problema, negociamos con la oposición, que nos han dicho que está en minoría, para que le metan este tema para el siguiente pleno. A ver si es verdad que prefieren un verano azul a un verano gris.