Peaje
Noticia leída ayer: un conductor ha sido condenado por no pagar 17 peajes de la Autopista de Navarra: se pegaba al camión de delante y pasaba cuando la barrera aún no había bajado. Le han impuesto una multa de 180 euros y una indemnización de 308 que tendrá que abonar a Audenasa. Hay gente pa tó, no me digan. Porque lo más curioso del caso es que el escapista no era un paisano que esté a favor de la gratuidad de la A-15 y predica con el ejemplo, qué va. El elemento en cuestión es un catalán de Hospitalet de Llobregat que aprovechaba su automóvil deportivo para colocarse a rebufo de los camiones y pasaba tras ellos. A mi esta clase de personas siempre me han parecido deliciosas, gente de verdad: si algo es injusto –pagar por usar una carretera-, te cuelas y punto pelota, claro que sí. Tendrían que estar ya los de la coordinadora antipeaje tratando de localizarlo para hacerlo socio de honor, luz que les guíe en su justa lucha por no tener que pagar por lo que debería ser gratuito, a estas alturas de la película. Hombre, el chiste fácil sería mencionar su condición de catalán, pero no lo haremos porque deshonraríamos su pionero gesto, su carácter de espejo en el que mirarnos, su resistencia activa. Lástima no tener vehículo para tratar de emular sus andanzas. En un mundo de tasas, de impuestos, en un mundo en el que sacarse el pasaporte cuesta 16,90 euros -¿es un servicio público o una empresa privada?- y viajar de Tafalla a Pamplona para ir a currar sale a doblón, que alguno de vez en cuando se pase todo este sistema por debajo de la barrera es un rayo de esperanza. Creo que están construyendo un circuito para hacer carreras de velocidad en la zona de Los Arcos. Espero que tengan a bien invitarle y que corte la cinta inaugural. O que pase por debajo.
Noticia leída ayer: un conductor ha sido condenado por no pagar 17 peajes de la Autopista de Navarra: se pegaba al camión de delante y pasaba cuando la barrera aún no había bajado. Le han impuesto una multa de 180 euros y una indemnización de 308 que tendrá que abonar a Audenasa. Hay gente pa tó, no me digan. Porque lo más curioso del caso es que el escapista no era un paisano que esté a favor de la gratuidad de la A-15 y predica con el ejemplo, qué va. El elemento en cuestión es un catalán de Hospitalet de Llobregat que aprovechaba su automóvil deportivo para colocarse a rebufo de los camiones y pasaba tras ellos. A mi esta clase de personas siempre me han parecido deliciosas, gente de verdad: si algo es injusto –pagar por usar una carretera-, te cuelas y punto pelota, claro que sí. Tendrían que estar ya los de la coordinadora antipeaje tratando de localizarlo para hacerlo socio de honor, luz que les guíe en su justa lucha por no tener que pagar por lo que debería ser gratuito, a estas alturas de la película. Hombre, el chiste fácil sería mencionar su condición de catalán, pero no lo haremos porque deshonraríamos su pionero gesto, su carácter de espejo en el que mirarnos, su resistencia activa. Lástima no tener vehículo para tratar de emular sus andanzas. En un mundo de tasas, de impuestos, en un mundo en el que sacarse el pasaporte cuesta 16,90 euros -¿es un servicio público o una empresa privada?- y viajar de Tafalla a Pamplona para ir a currar sale a doblón, que alguno de vez en cuando se pase todo este sistema por debajo de la barrera es un rayo de esperanza. Creo que están construyendo un circuito para hacer carreras de velocidad en la zona de Los Arcos. Espero que tengan a bien invitarle y que corte la cinta inaugural. O que pase por debajo.
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