Laca
Está la actualidad que parece que le han echao la laca que usa mi abuela. Se sienta en una silla, mi abuela, asoma mi tía con el bote y el cigarro a medio lao con la ceniza a punto de caerse y le planta unos frus-fruses de laca que se congela hasta la imagen de la tele. La última vez se quedó Peñafiel in albis, aunque tampoco nos perdimos nada. Luego mi tía le peina un poco, aunque más que peinarle le esculpe el pelo, porque se le queda que para moverlo se necesitan por lo menos dos personas y como Peñafiel no se mueve tengo que ir yo. Así me parece que está últimamente la actualidad, petrificada. Es la misma sensación que tenía Bill Murray en Atrapado en el tiempo, sólo que sin Andie MacDowell. Bueno, no, me equivoco, mañana seguro que pasa algo interesante. Mañana es El Sorteo. Hace poco estuve en la Puerta del Sol de allí de Madrig y comprobé con todos mis ojos cómo se formaba una cola kilométrica con el único objetivo de comprar unos décimos o como se llamen. Pasmao me quedé de la fe del personal. Yo este año he batido mi propio récord y ahora mismo no tengo ni un solo papel que certifique que juego a la cosa ésa, lo cual no sé si es una ventaja o una desventaja. Para hacerme rico es una desventaja, está claro, pero para no volverme más pobre es una ventaja, ¿no? Mañana, en cambio, habrá millones de personas más pobres y sólo unas cuantas más ricas. A las ricas se les reconoce porque en lugar de beberse el champán lo esparcen. Eso sí, el gordo seguro que estará muy repartido, que es lo que pensaba yo cuando Jesús Gil era presidente del Atleti, alcalde de Marbella y presentador de TV. Mi única esperanza es que no caiga a los que han comprado en Sort. Es que no me gustan los monopolios. ¡Abu, haz un poco de corriente, que parece esto Chernobil!
Está la actualidad que parece que le han echao la laca que usa mi abuela. Se sienta en una silla, mi abuela, asoma mi tía con el bote y el cigarro a medio lao con la ceniza a punto de caerse y le planta unos frus-fruses de laca que se congela hasta la imagen de la tele. La última vez se quedó Peñafiel in albis, aunque tampoco nos perdimos nada. Luego mi tía le peina un poco, aunque más que peinarle le esculpe el pelo, porque se le queda que para moverlo se necesitan por lo menos dos personas y como Peñafiel no se mueve tengo que ir yo. Así me parece que está últimamente la actualidad, petrificada. Es la misma sensación que tenía Bill Murray en Atrapado en el tiempo, sólo que sin Andie MacDowell. Bueno, no, me equivoco, mañana seguro que pasa algo interesante. Mañana es El Sorteo. Hace poco estuve en la Puerta del Sol de allí de Madrig y comprobé con todos mis ojos cómo se formaba una cola kilométrica con el único objetivo de comprar unos décimos o como se llamen. Pasmao me quedé de la fe del personal. Yo este año he batido mi propio récord y ahora mismo no tengo ni un solo papel que certifique que juego a la cosa ésa, lo cual no sé si es una ventaja o una desventaja. Para hacerme rico es una desventaja, está claro, pero para no volverme más pobre es una ventaja, ¿no? Mañana, en cambio, habrá millones de personas más pobres y sólo unas cuantas más ricas. A las ricas se les reconoce porque en lugar de beberse el champán lo esparcen. Eso sí, el gordo seguro que estará muy repartido, que es lo que pensaba yo cuando Jesús Gil era presidente del Atleti, alcalde de Marbella y presentador de TV. Mi única esperanza es que no caiga a los que han comprado en Sort. Es que no me gustan los monopolios. ¡Abu, haz un poco de corriente, que parece esto Chernobil!
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