13 junio 2008

Calles coloridas

Al parecer, ya que los manifestantes impiden el paso de camiones y que las empresas ya han optado por las furgonetas, preferiblemente esas míticas Volkswagen Transporter y Volkswagen Westfalia que hicieron furor en ésos hippies de los 60 que ahora se sientan en los consejos de administración –si un piquete ve una camioneta de éstas llenas de flores pintadas seguro que piensa: nada, algún colgao que viene a ver a Dylan. O a la feria del Cannabis. Que pase-, el Ayuntamiento de Pamplona, no contento con traer a los Red Bull dentro de dos semanas, se ha hecho con los servicios de un afamado piloto a fin de, entre otras encomiendas, no quedarse sin tóner para imprimir sus notas de prensa, como ésa del miércoles en la que anunciaban que ellos y los comerciantes -¿quedan?- iban a organizar actividades para impulsar un comercio vivo y calles animadas. El piloto elegido, como no podía ser de otra manera, es Nelsinho Piquete, también conocido como Nelsinho Paquete o –esto ya es mala leche- Tamara Falcó. Nelsinho, a los mandos de su R28, lleva dos días haciendo repartos y cuenta con el bulo barcinal para no pagar la zona azul, que no en vano es el color de su escudería. Anteayer lo tuvieron que sacar del escaparate del Bar Sol –se cegó- y ayer, al tomar la curva de entrada a calle Nueva para llevarle a la alcaldesa una explicación de cómo ingeniárselas para que Na Bai no tire este año el chupinazo, derrapó, pegó contra la puerta del Utopía –que es lo que viene a ser lo de las calles animadas-, se aplicó tres absentas y escribió en el panel de libre expresión de San Francisco: esta ciudad es un puto caos circulatorio. Me voy a La Morea. Algunos rumores dicen que la alcaldesa suspiró y dijo: ya sólo nos queda Oraintxe. Lástima que sean unos rojeras. Claro, de Ferrari.