17 septiembre 2008

Hermanos

Los Grimn, los Karamazov, los Dalton, los Coen, los Matamoros, los Pinzones, los Blues, los Jones -Tusco, Misco, Queco y Paco-, los Izquierdo y, ahora, los Lehman, que ya han pasado a la historia. Jodidos hermanos Lehman, qué tunantes. Si es que ya se suele avisar que negocios y familia no es buena cosa, que al final por o H o por B -o por A o N o V, por letras va a ser- el invento se va al carajo y se te queda una hosca que me río yo de los agujeros negros del acelerador ése -¿ya nadie habla del acelerador? Lo que está acelerada es la actualidad, la semana que viene ya ni nos acordaremos de Cervera El Escalador, es lo que hay-. Bien, esta gente se ha ido a la mierda, pero yo -y todos- nos preguntamos: ¿pasarán los miembros del consejo de administración a repartir Big Macs en un cine al aire libre o, por el contrario, con los ahorrillos que hayan hecho serán los encargados de montar el cine al aire libre y de ahí a llenar el mundo de cines habrá un paso, porque ellos son así, visionarios? Me da que lo segundo, porque , como ya se sabe, la mierda flota y, los mierdosos, aún más. Es lo que tiene robar así, con corbata y desde una oficina. Ya lo decía el otro día El Roto: espacios diáfanos y operaciones oscuras. Como aquí. Ahora todo es diáfano, entras allá y aquello es de un zen y de un feng shui que te cagas, pero luego la hipoteca no te la dan o te la dan pero por detrás. La excusa es que cada vez hay más morosos. Claro, no te jode, como para no haber morosos está el patio, está el asunto como para pagar al contado y sacar los billetes del bolsillo atados con una goma para el pelo. Los mismos que te roban al darte la pasta luego no te la quieren dar porque ya te han robado tanto que no les sale rentable robarte. Me da que nos acordaremos bastante tiempo de estos hermanos. Y de toda su familia, esa familia mundial del latrocinio elegante y fino.