Trampeando
No entro en casa. Tengo un coche en la cocina, otro en el salón y otro colgando de la fachada atado con cuerdas al sumario Galipienzo –¿que sería de nosotros sin gente así de vez en cuando?-. La tele nueva de plasma aún no la he podido colocar y está sin desembalar en el pasillo, hace de mesilla. Los cuatro ordenadores portátiles están respectivamente en el baño, el cajón de las sartenes, la mesa del ordenador fijo y debajo de nuestra cama. Tenemos también a seis antiguos parados que acabamos de contratar, muy buena gente. Andan por el sofá, la ducha, uno dormido en nuestra cama –se queda de noche a ver la NBA por Internet, está agotao-, otro está colgado de la fachada metido dentro del coche –un coche verde que hace run- escuchando el partido del Barça y los otros dos los tenemos cocinando y discutiendo, han formado una cadena para hacer las croquetas y se pelean porque uno quiere ver el Pasapalabra y el otro poner las noticias para ver por 26ª vez que Ibarretxe se va. También tengo 132 objetos nuevos de toda clase y tamaño que he comprado en comercios del Casco Antiguo y 17 vales para pinchos gratis que guardo en la cartera. En la cartera no tengo un duro pero eso es lo de menos, porque yo he cumplido con mi parte y he reactivado la economía y a mi que me registren, he hecho lo que tenía que hacer, comprar lo que no necesito o no necesito ahora para que el invento siga funcionando. Incluso he acortado el plazo de mi hipoteca para pagar más al banco, con dos cojones. También hay una cuadrilla reformándonos el baño y desde aquí prometo que seguiré adquiriendo cualquier cosa que se subvencione, incluidos vibradores, lubricantes, misales y lo que sea, respire o no respire. Ayer iba segundo en el ranking detrás de un tipo de Gorraiz. ¡No hagas trampas, Galipienzo!
No entro en casa. Tengo un coche en la cocina, otro en el salón y otro colgando de la fachada atado con cuerdas al sumario Galipienzo –¿que sería de nosotros sin gente así de vez en cuando?-. La tele nueva de plasma aún no la he podido colocar y está sin desembalar en el pasillo, hace de mesilla. Los cuatro ordenadores portátiles están respectivamente en el baño, el cajón de las sartenes, la mesa del ordenador fijo y debajo de nuestra cama. Tenemos también a seis antiguos parados que acabamos de contratar, muy buena gente. Andan por el sofá, la ducha, uno dormido en nuestra cama –se queda de noche a ver la NBA por Internet, está agotao-, otro está colgado de la fachada metido dentro del coche –un coche verde que hace run- escuchando el partido del Barça y los otros dos los tenemos cocinando y discutiendo, han formado una cadena para hacer las croquetas y se pelean porque uno quiere ver el Pasapalabra y el otro poner las noticias para ver por 26ª vez que Ibarretxe se va. También tengo 132 objetos nuevos de toda clase y tamaño que he comprado en comercios del Casco Antiguo y 17 vales para pinchos gratis que guardo en la cartera. En la cartera no tengo un duro pero eso es lo de menos, porque yo he cumplido con mi parte y he reactivado la economía y a mi que me registren, he hecho lo que tenía que hacer, comprar lo que no necesito o no necesito ahora para que el invento siga funcionando. Incluso he acortado el plazo de mi hipoteca para pagar más al banco, con dos cojones. También hay una cuadrilla reformándonos el baño y desde aquí prometo que seguiré adquiriendo cualquier cosa que se subvencione, incluidos vibradores, lubricantes, misales y lo que sea, respire o no respire. Ayer iba segundo en el ranking detrás de un tipo de Gorraiz. ¡No hagas trampas, Galipienzo!
4 Comments:
Jodido tipo de gorraiz
Se me pasó decirte lo supergenial que me pareció tu calificación de cobardes a los que comen fruta.... y por no buscarlo....
Aupa Nagore
Muy bien Jorge, siempre al pie del cañón. Si quieres, nos puedes visitar y comentar mejoras para este blog contra la corrupción.
gali crack
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