24 diciembre 2009

En fin

¿Y Caro, qué opina de esto? De Guendulain, hablamos, de aquello que, hace nueve meses, Caro quería recuperar por “90 millones, más las actualizaciones del IPC, más los intereses”. De aquello, Caro no volvió a hablar y poco más habló su jefe político, el señor Cangrejo, que adoptó tal nombre por recular hacia atrás con lo de los 90 millones. Sin embargo, como buen cangrejo, no reculó del todo y habló de “hacer otro cálculo”. ¿Qué cálculo nos has hecho en estos nueve meses, michico, a cómo nos sale por cabeza vuestro socialismo? Tal vez la apisonadora del tiempo aplaste en la práctica este intento sarasatista de darnos por el culo a los ciudadanos, pero que no les quepa ninguna duda de que no será aplastado en nuestra memoria, acabe lo de Guendulain como acabe, se haga, no se haga, edifiquen unos, edifiquen otros o siga creciendo el trigo hasta que el kilo de harina valga más que el metro de VPO. Es que me acordé el otro día de lo de Guendulain viendo a Salanueva presentar la idea y al poco leyendo a Jiménez hacer un llamamiento a “todo el caudal progresista existente en Navarra”. Pensé: este tío o no tiene vergüenza o tiene un grave problema de memoria o se cree que somos todos gilipollas. Pero luego me acordé de que en el fondo lo suyo es desde el principio una pantomima y me tranquilicé, porque, total, de pobres tampoco nos van a sacar los socialistas. Eso sí, nos querían hacer aún más pobres, que tiene tela. No obstante, sigue siendo irreal que precisamente este señor hable de “caudal progresista”, por mucho que uno se lo quiera tomar a broma. El mismo tipo que con lo de Salesianos hablaba de ricos y pobres, el del otro cálculo con Guendulain, el de agosto de 2007, el de tantas y tantas va y nos habla ahora de “caudal progresista”. Te cagas. En fin, Feliz Navidad.