Obra de arte
Hace muchos años, 15 o así, escribía una columnita como ésta, sólo de deportes, también por aquí. Hace ya 10 años que escribí la última y hoy, con lo que queda de memoria, recupero el final: para Eugenia, sin cuya paciencia, amabilidad y tantas otras virtudes que no cabrían ni en este ni en mil artículos jamás habría sido periodista deportivo. Eugenia murió en noviembre y aún soy incapaz por completo de hacerme a la idea de que ya no la volveré a ver, sentada en la silla leyendo el periódico o pelando un pollo o gritándole entre carcajadas a Santiago, su marido: ¡calla ya, maldito! Después de mi rival, mi madre, mi hermana, mi abuela y mi tía es la mujer con la que más horas he pasado en mi vida, de lejos. Y todas y cada una de las horas que he pasado con ella en la cocina de su casa viendo el Tour o los Juegos Olímpicos o los Mundiales de Atletismo o los europeos o baloncesto o lo que fuera o simplemente nada y charlando y viendo secarse el río o a su hijo Michel tirarse al agua de cabeza desde el puente han sido una bendición, un bálsamo, una suerte absoluta que sólo ha sido posible porque ella y su marido y sus tres hijos eran y son del mejor material que he visto jamás. Y, como todos nosotros, he visto bastante. Un material del que estaba hecho Eugenia que ya no se hace, que he visto en pocas personas, en muy pocas, y del que ella hacía gala las 24 horas del día de todos los días de su vida. Era la persona más buena, alegre y optimista que he conocido. Me sacaba 50 años y todas las unidades de medida que no sirven para medir pero que son las únicas que cuentan. Este agosto, mientras veíamos a Bolt correr en Berlín, me dijo: a ver cuándo te vemos a ti por ahí Jorgito. La echaré mucho de menos, todos la echaremos mucho de menos. Era una obra de arte. Puto 2009.
Hace muchos años, 15 o así, escribía una columnita como ésta, sólo de deportes, también por aquí. Hace ya 10 años que escribí la última y hoy, con lo que queda de memoria, recupero el final: para Eugenia, sin cuya paciencia, amabilidad y tantas otras virtudes que no cabrían ni en este ni en mil artículos jamás habría sido periodista deportivo. Eugenia murió en noviembre y aún soy incapaz por completo de hacerme a la idea de que ya no la volveré a ver, sentada en la silla leyendo el periódico o pelando un pollo o gritándole entre carcajadas a Santiago, su marido: ¡calla ya, maldito! Después de mi rival, mi madre, mi hermana, mi abuela y mi tía es la mujer con la que más horas he pasado en mi vida, de lejos. Y todas y cada una de las horas que he pasado con ella en la cocina de su casa viendo el Tour o los Juegos Olímpicos o los Mundiales de Atletismo o los europeos o baloncesto o lo que fuera o simplemente nada y charlando y viendo secarse el río o a su hijo Michel tirarse al agua de cabeza desde el puente han sido una bendición, un bálsamo, una suerte absoluta que sólo ha sido posible porque ella y su marido y sus tres hijos eran y son del mejor material que he visto jamás. Y, como todos nosotros, he visto bastante. Un material del que estaba hecho Eugenia que ya no se hace, que he visto en pocas personas, en muy pocas, y del que ella hacía gala las 24 horas del día de todos los días de su vida. Era la persona más buena, alegre y optimista que he conocido. Me sacaba 50 años y todas las unidades de medida que no sirven para medir pero que son las únicas que cuentan. Este agosto, mientras veíamos a Bolt correr en Berlín, me dijo: a ver cuándo te vemos a ti por ahí Jorgito. La echaré mucho de menos, todos la echaremos mucho de menos. Era una obra de arte. Puto 2009.
6 Comments:
Ánimo Jorge, toma un poco de su optimismo y mira hacia adelante. Un abrazo
Estoy en el top-ten de los optimistas, a punto de entrar en el Masters.
Abrazo, feliz año.
A tomar por culo 2009. Y brinda por Eugenia, allá donde esté, y por lo mucho que te enseñó y permitió hacer.
Puto 2009. A ver cómo se porta el 10.
Un abrazo y feliz año, Jorge.
Hola Jorge,
siempre consigues llegar lejos con tus columnas, pero hoy, no se porque, si el dia que es, la nostalgia, .... has hecho que me emocione, como si conociera a Eugenia de toda la vida.
Un brindis por Eugenia y porque a los de tu diario no se les ocurra hacerte un ERE.
Un abrazo. Enrique.
aupa jorge siempre es importante rendir tributo al gente que nos ha enseñado. hoy ha muerto una tia mia de 89 años, una persona que nunca ha salido en los periodicos, pero una persona muy importante para los que la hemos tratado. va por ellas, va por nosotros.................
Hay muy pocas personas así, afortunadamente existen y algunas por suerte, viven muchos años.
Eugenia siempre permanecerá en tu corazón, y desde ahí te acompañará y dará fuerza. Ya verás.
Putos años 2007, 2008 y 2009. Esperemos que el 2010 sea un poco mejor.
Feliz año y un abrazo, Jorge.
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