02 febrero 2011

714

Hará ya 20 años y medio tenía yo en la antigua Caja de Ahorros Municipal de Pamplona 714 pesetas. Me acuerdo perfectamente de la cifra porque es la de las veces que más dinero junto he tenido. Al estar enmarcado dentro de la categoría de Clientes Preferentes, de ésos que entras en la oficina y llaman a los de seguridad, me avisaron de que iba a tomar parte en un sorteo. Me tocó. Un viaje a Egipto de una semana para dos personas con todos los gastos pagados. Total, que mi hermano me hizo una envolvente bastante larga de contar y muy avispada por su parte y no me pude negar a que se viniera conmigo a Egipto. Acabé de piedras, pedruscos, monumentos y polvo hasta el corazón, aunque, por supuesto, lo pasamos muy bien y vimos las pirámides, la tribuna donde dispararon a Sadat y todo eso que sale en las guías. Trajimos medio Egipto en las maletas y nos obligaron a pagar por exceso de equipaje una buena pasta –recuerden que yo contaba con un capital de 714 pesetas, que se dice pronto-, aunque el oficial de la aduana era de los que enseguida ves que tienen la moral algo distraída, porque por la mitad de la tarifa oficial rompía la multa y ahí no había pasado nada. Creo que pagamos la tarifa oficial, aunque no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es que era un país terriblemente pobre, de gente muy amable pero muy resignada. Los mendigos se morían en plena calle, los tapaban con una manta y lo mismo pasaban días allí, con el personal en el café de al lado fumando como si hubiera una competición. Los niños te pedían cosas constantemente. Vamos, el clásico viaje del que vuelves convencido de que eres un niño pijo sin derecho a la queja. Ahora los que se quejan son ellos, cansados de ser poco más que una atracción turística para occidentales con suerte y 714 pesetas.

11 Comments:

Anonymous Txandrios said...

Aunque parezcamos niños pijos hemos de quejarnos, porque nuestro nivel de vida (social) es la guía de su protesta y sus protestas son (o deberían ser) la guia de nuestro inconformismo con este nuestro sistema.
Salud

9:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La visión del turista. Esto lo escribe Bisbal -un suponer- y se le echa encima toda Internetlandia.

11:05 a. m.  
Anonymous soyamaiur said...

No sé si los egipcios están hartos de ser una atracción turística para los occidentales a los que les gustan las piedras -entre los que no me incluyo- pero sospecho que sí están hartos de que sus gobernantes y poderosos tengan unos privilegios que sólo y exclusivamente consiguen gracias a que el pueblo se parte el lomo enseñando las piedras.

La cosa es que nos están dando una lección a los occidentales con suerte y cuatro pelas.

Señores y señoras, la Revolución Francesa queda muy lejana, y los poderosos han vuelto por sus fueros (incluyo aquí a la clase política y a la clase periodística, no sólo al poder financiero, que también). ¡Parece que no nos enteramos!

12:21 p. m.  
Anonymous Güiki said...

Txandríos, no te pillo muy bien. ¿Lo que somos es conmtra lo que luchan para reemplazarnos sin cambíar nada?

Muy bueno anónimo... jajaja. Espero que el señor Nagore no se ponga como el Vigalondo.

12:22 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

anónimo: el artículo es lo que es, el recuerdo de un turista, no aspira a ser una reflexión de un entendido en Egipto tras dos horas mirando la Wikpedia. No sé dónde ves el problema. Saludos.
pd: ¿quién es Vigalondo, guiki, qué ha hecho Bisbal?

1:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pero... ¿alguien se cree que esto es tan sencillo como nos lo entán contando?: el pueblo está cansado, sale a la calle, el presidente dimite, se va del país, se celebran unas elecciones "libres" y ¡viva la democracia!. ¿Alguien se cree, a estas alturas, que el mundo funciona así? ¿por decisiones infusas del pueblo soberano?
Vamos hombre...
Punset

1:17 p. m.  
Anonymous Txandrios said...

Es a base de muertos, paises que intervienen por conveniencia, contraespionaje. Pero sobre todo es porque Fascistoides campan a sus anchas por el interés de terceros (paises occidentales siempre). Aquí un tipejo nos hundio y retraso 40 años con el beneplácito occidental. Y aún le llamaban patriota, ¡idiotas!.
Salud

1:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me da en la nariz que esto acabará como el rosario de la aurora. Y la culpa en el fondo es de las potencias (EEUU, Israel, la UE) que prefieren a un dictador amigo que a un pueblo soberano. Ya tienen la excusa, como siempre azuzando el miedo: ¡Que vienen los islamistas! Cuando se ha demostrado que la protesta es pacífica y la lleva a cabo toda la sociedad. Al final, los platos los pagará el pueblo egipcio, una vez más.
Por cierto Jorge, te dejo el enlace del tweet de Bisbal, todo un experto en la materia, je, je:

http://www.publico.es/televisionygente/359214/el-turismo-de-las-piramides-lo-peor-de-las-revueltas-en-egipto


Orundelico

2:16 p. m.  
Anonymous Güiki said...

Nacho Vigalondo es un diractor de cine (creo que lo nominaron a los oscar por un corto, pero el experto cinéfilo es Txandríos el antiglamuroso internacional) que se fue el otro día de vinos, puso en su twiter que el Holocasuto fue un montaje (del director, supongo en este caso) y emepzó a escribir chistes de judios en plan pelis: parque judaico, a todo gas, Encuentros en la tercera fosa... la gente se le tiró encima y se indignó por la falta de sentido del humor del personal.

Bisbal, también en Twiter, hizo un "sesudo" análisis sobre la situación en Egipto, y la gente se pasó el día descojonandose de él. El ricitos también se indignó, pero no por su ignorancia, sino porque se partieran el culo de él con frases cojonudamente ácidas.

En fin... las relaidades nuevas. La vida al otro lado. Habrá que comrparse una pantalla táctil a este paso para tocar algo.

2:20 p. m.  
Anonymous Txandrios said...

¡Qué no es cine!. Pero a pagarlo los de siempre como bien dice Orundelico. Lo que más jode es que las superpotencias nos intentan convencer de que es por el bien común.
Salud

6:18 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

gracias orundelico y wiki, es que ando desconectao.

7:44 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home