Fechas

Total, que ayer vi en el telediario que justo se cumplían 50 años desde que Kennedy fue proclamado presidente de los Estados Unidos y dijo aquello de “pregúntate que puedes hacer por tu país”. Oswald se lo tomó a pecho y ya saben lo que pasó. Espero que el próximo lunes ese mismo telediario informe de que también hará 50 años de la entrada de El Maestro en Nueva York. Llegó un día que nevaba a mala leche, se fue al Café Wha, pidió permiso para tocar y tocó. Tenía 19 años. En un año ya tenía un disco en la calle y en cuatro ya era el más aclamado compositor de canciones del planeta –los Beatles aún se dedicaban a sus cancioncillas para adolescentes, ja-ja-. Y eso sin tener un padre rico de Boston ni estar casado con una niña pija de los Hamptons. Cuando el talento es masivo es que es masivo. Pero no creo que ese mismo telediario que informó de lo de Kennedy con el Blowin’ In The Wind –tema que todo el mundo sabe El Maestro plagió a la iglesia católica española y su Saber que vendrás. Y sin pagar derechos de autor- sonando de fondo diga nada de lo de El Maestro, básicamente porque la política anula por completo el juicio de los directores de los informativos y entre eso y 12 o 14 noticias macabras y unos 5 o 6 minutos de lo último de Mourinho no queda sitio para casi nada más. Al margen de que está muy extendida la creencia en los medios de comunicación de que los aniversarios de hechos políticos son más importantes para el conjunto de la sociedad que otra clase de aniversarios, por ejemplo los culturales. Algo que nadie ha podido probar científicamente pero que sigue sucediendo. Me acabo de acordar que hace poco fue el 20º aniversario del 0-4 en el Bernabeu. Fue, con diferencia, lo mejor que nos pasó en los 90. Cultural, político, deportivo y todo junto.