03 junio 2012

Prima


La primera vez que oí hablar de la prima de riesgo estaba pelando borraja con mi madre y teníamos la radio puesta y le pregunté y me dijo que era esa prima de Eugenia Martínez de Irujo que se ha liao con Fran Rivera. Hay que ver, ¡hay que ver! Yo no tenía ni idea de que Juan Martínez de Irujo tuviese una hermana que se llamase Eugenia, porque su hermana se llama Idoia, pero le hice caso y seguimos pelando la borraja y el Hola ahí en la encimera con las fotos del Fran y la prima en una playa. Luego llegó mi padre, que venía de hacer unas gaitas en el banco –no se podía sentar, llevaba las piernas como John Wayne, tuvimos que buscarle cojines por toda la casa-, y al ser él una persona formada y así nos explicó con sumo detalle, como hace él las cosas, desde el arranque –En el principio Dios creó al hombre y la mujer (gracias, Tom Sharpe)-. Y comprendimos. Su explicación. Del sistema como tal no entendimos ni hostias, aunque también pueda ser que estábamos encelados comentando esa página especial de bodas que tiene el Hola en la que si no tienes 17 apellidos unidos por guiones, des y alguna y griega es que no te dejan casarte. Pero él lo narró todo y lo llevamos en parihuelas a la cama porque el hematoma se le había extendido a los pies y al ser él de pies planos al andar le gemía todo el organismo y Fran y la otra en la playa. El asunto es que ayer oímos que la prima de riesgo se ha vuelto a disparar  y una por una ahí se han quedao la borraja y el Hola abierto por el crucigrama y nos estamos bajando los tres a Conil para pararle los pies y las manos a la prima y que deje de joder y qué país más reseco tenemos y qué puto calor hace y papá haz favor de no saludar como el Papa al pasar por los pueblos que te bajamos del promontorio que lo mismo nos hacen pagar el IBI.