Rondas

Estuve viendo al gran Tonino Carotone, el Toñín está en la trena cumpliendo injusta condena. Ambientazo. Lo hace muy bien lo suyo, la verdad. Entre medio de dos canciones dijo algo así: ¡amnistía para todos, ya, para todos! Y luego canturreó el Amnistia Osoa. Y pidió coros. Unos cuantos le siguieron, pero muy pocos, tan pocos que Tonino se quedó un tanto extrañado y antes de comenzar el siguiente tema hizo un comentario del tipo de el que no ha estado dentro no sabe lo qué es o entrar entran, salir ya… Que sí, Tonino, que sí, que es un mondo difficile y una vita intensa, pero como que ya… ya nos entendemos… que la gente ya… en general… gilipollas no es. Y el rollito este todos somos personas y la cárcel es un antro infame aunque no la hayamos pisado –tú injustamente, eso está claro- pues como que no traga ya fácil con este eludir que en plan cachondeo o en plan supuesto quedabien muchos y muchas habéis practicado durante décadas y ahora que las aguas bajan casi transparentes os empeñáis en seguir practicando. Que en vuestro derecho estáis, faltaría, pero lo acojonante de buena parte de la sociedad actual –y espérate en el futuro- y por encima de todo de la gente joven es que no ha crecido rodeada de mierda y, aunque no te lo creas, distingue la diferencia de olores entre unas clases de mierda y otra. Y, al mismo tiempo y tal vez precisamente porque no ha estado tan expuesta a la esquizofrenia y sus infinitos daños colaterales, verá y vivirá con bastante normalidad lo que de bueno para todos vaya pasando, pero sin hacer de ello una especie de victoria del que pareciera que entró porque sí, como cuando llueve, y sale hecho un puto héroe. Oye, que como que no, que la cosa es casi para irse de juerga pero, desgraciadamente, de momento hay que pagar las rondas consumidas.