17 octubre 2012

Extrema


Ayer a las siete comencé el texto que iba a salir hoy. Hablaba de que el único debate sobre el Estado de la Comunidad es que ya hay 30.000 navarros –que viven aquí, sean de donde sean- en situación de extrema pobreza. Estaba casi terminando. A las 19.15 me llamaron para decirme una cosa y que, si quería, escribiera de eso. Colgué. Lloré. Empecé a teclear y envié el texto nuevo, que hablaba de la vida y de la muerte y el dolor, de las únicas cosas importantes. Estaba enviado a las 19.40. A las 19.45 me llamaron para decirme que escribiera de otra cosa, que ya lo sentía –lo sé, lo sé, compadre, qué más da, ¿verdad?- pero que no había llegado el momento. Estoy aquí sentado, tratando de que la simple costumbre de escribir cinco días a la semana, 10 meses al año, durante siete años, me sirva para escribir algo que no sea ni lo segundo ni lo primero, algo que sea una tercera cosa. Son las ocho y cinco de la tarde y sé –negativamente- que podría escribir un texto con intención de ser divertido y que incluso muchos de ustedes se reirían, igual. Lo sé. Y es triste darse cuenta de que soy capaz, como lo somos la inmensa mayoría de los periodistas, como son capaces de estar serenos en su profesión la gran mayoría de profesionales, como son capaces de hacer reír o pensar o rendir en sus trabajos millones de personas, a veces incluso olvidando por completo qué duele y cuánto duele. En este momento en el que no escribo de nada, unos cientos de metros lejos de mi, tal vez unos kilómetros, compañeras y compañeros levantan sobre sus hombros un periódico, con sus millones de letras, de esfuerzos invisibles, sus imágenes, sus colores, su olor a papel, su tinta. No sé de qué escribir y si sé no quiero. Solo quiero mandarles mi abrazo en un día tan cabrón, de extrema pobreza emocional.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Arno, te recordaremos. Gracias una vez mas jorge.

8:15 a. m.  
Anonymous Eva said...

Los que le conocíamos, aunque sea de vista, tenemos hoy el corazón encogido y la piel de gallina. Creo que somos los únicos que entendemos completamente tu columna de hoy. Muchas gracias.

10:46 a. m.  
Anonymous Eva said...

Los que le conocíamos, aunque sea de vista, tenemos hoy el corazón encogido y la piel de gallina. Creo que somos los únicos que entendemos completamente tu columna de hoy. Muchas gracias.

10:46 a. m.  
Anonymous Txandrios said...

Como dice Eva hoy no logro entender completamente la columna, pero te aseguro que sí compartirla.
Salud

1:12 p. m.  
Anonymous jone said...


Muy tuyo el articulo, si no tienes ganas de hacer otra cosa no la haces, me ha gustado y lo comparto,no tienes porqué hacer humor, es el recurso de los tristes.

1:47 p. m.  
Blogger elzo said...

Entiendo que ha muerto quien sea ¿no?

2:03 p. m.  

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