Sea sensata
No lo haga, señora baronesa, no se suba al árbol, no vaya a ser que se resbale y se pegue un siliconazo contra el firme, que no está usted ya en edad de coger higos. Mire al Keith Richards, que se aostió bajando de un cocotero y a poco se le apaga el porro y ahora han retrasado los conciertos, señora baronesa, y la gente anda pidiendo explicaciones como esos pobres que invirtieron sus ahorros en sellos y uno de los listos pilló 10 millones de euros porque le comulgaban los gemelos y no le llegaba para pagar las mediasnoches. Que se suba Borja, que se le ve fornido y ágil y con pañuelo pirata, como Richards, que desde que le birló la novia a Brian Jones no hace más que caerse de los sitios, como si debajo hubiera una piscina, como en la que se ahogó Brian. O que se suba la novia de Borja, que es su yerna de usted, que se ve que le pidió prestada la silicona que le sobró a usted de los morros y se ha puesto las pechuzas de un tamaño que normal que en Madrid no se pueda circular, que parecen una rotonda de esas dobles. Sí, que se suba ella, que quedaría como Jessica Lange en King-Kong, bien mona. Pero usted no se suba, doña Carmen. Qué diría el barón, diría que para trepar en la vida se adopta la misma postura que para reptar y por ahí no puede pasar un noble. Jamás, reptar jamás. No vaya a ser que tenga que ir a buscarla Gallardón y le entre la envidia a La Espe y se suba también ella y aquello en lugar de una protesta parezca un documental sobre camaleones y cedan las ramas y el único reportero heterosexual que queda en los programas del corazón –que esa sí que es una especie protegida y no los árboles- prefiera coger el talle de Espe y no el suyo de usted y se desparrame la silicona por medio Madrid. Sea sensata, dele fuego al museo. O séllelo. Con silicona.
No lo haga, señora baronesa, no se suba al árbol, no vaya a ser que se resbale y se pegue un siliconazo contra el firme, que no está usted ya en edad de coger higos. Mire al Keith Richards, que se aostió bajando de un cocotero y a poco se le apaga el porro y ahora han retrasado los conciertos, señora baronesa, y la gente anda pidiendo explicaciones como esos pobres que invirtieron sus ahorros en sellos y uno de los listos pilló 10 millones de euros porque le comulgaban los gemelos y no le llegaba para pagar las mediasnoches. Que se suba Borja, que se le ve fornido y ágil y con pañuelo pirata, como Richards, que desde que le birló la novia a Brian Jones no hace más que caerse de los sitios, como si debajo hubiera una piscina, como en la que se ahogó Brian. O que se suba la novia de Borja, que es su yerna de usted, que se ve que le pidió prestada la silicona que le sobró a usted de los morros y se ha puesto las pechuzas de un tamaño que normal que en Madrid no se pueda circular, que parecen una rotonda de esas dobles. Sí, que se suba ella, que quedaría como Jessica Lange en King-Kong, bien mona. Pero usted no se suba, doña Carmen. Qué diría el barón, diría que para trepar en la vida se adopta la misma postura que para reptar y por ahí no puede pasar un noble. Jamás, reptar jamás. No vaya a ser que tenga que ir a buscarla Gallardón y le entre la envidia a La Espe y se suba también ella y aquello en lugar de una protesta parezca un documental sobre camaleones y cedan las ramas y el único reportero heterosexual que queda en los programas del corazón –que esa sí que es una especie protegida y no los árboles- prefiera coger el talle de Espe y no el suyo de usted y se desparrame la silicona por medio Madrid. Sea sensata, dele fuego al museo. O séllelo. Con silicona.
1 Comments:
Y si no que se suba alguna amiguica que tenga por Los Arcos, que seguro que allí le aprecian un montón y de árboles entienden más que ella sin duda. Un saludo Kutxufo.
Publicar un comentario
<< Home