Patitos feos
Seguro que se han fijado más de una vez en la frase tópica que dicen todas las modelos. No, no me refiero a esa de “ser guapas no significa que seamos tontas”. No, ésa es fácil. A mi la que me gusta es ésta: “Era el patito feo”. Así, el patito feo. El día que lea o escuche a alguna que diga “la verdad que yo siempre he estado un rato buena toda la vida” le pienso mandar un ramo de rosas, por sincera. Un rato buenas están también –casi sin excepción- todas las nuevas presentadoras de La Sexta o Cuatro, al igual que ellos, que o bien son directamente guapos o tienen esa mirada canalla que atrae o son sencillamente atractivos. Las que son feas o feos son graciosos –o lo intentan-, que es lo que se lleva. Ya no queda sitio para presentadores como aquel que tuvo Tele 5, el Fernando Olmeda, que parecía el hijo que no tuvo Ciges. Ahora ya no solamente hace falta dar bien a cámara, como se suele decir, sino que la pantalla se tiene que poner cachonda. Cachondo se va a poner el personal en el Masters de Madrid de tenis, ya saben, donde los recogepelotas de siempre dan paso a modelos en los partidos de más tirón. Este año, además, las van a vestir de colegialas. Como lo leen. Lo que no sé es si durante los puntos le darán chupaditas a una piruleta mientras se hacen trenzitas en el pelo con los dedos. Sería lo suyo, puestos a hacer el ridículo. Ya ven, mientras unos exigen que las modelos estén sanas a la hora de desfilar, el resto del mundo se ve colonizado por las guapas y los guapos. Hasta hay un programa de televisión donde enseñan a mover el culo por una tarima. Yo no sé si será verdad, pero hace poco me dijo un amigo que estuvo en el INEM y que había una cola para guapos, cargada de ofertas, y otra para feos. Para patitos feos. Se le recogen las pelotas a uno.
Seguro que se han fijado más de una vez en la frase tópica que dicen todas las modelos. No, no me refiero a esa de “ser guapas no significa que seamos tontas”. No, ésa es fácil. A mi la que me gusta es ésta: “Era el patito feo”. Así, el patito feo. El día que lea o escuche a alguna que diga “la verdad que yo siempre he estado un rato buena toda la vida” le pienso mandar un ramo de rosas, por sincera. Un rato buenas están también –casi sin excepción- todas las nuevas presentadoras de La Sexta o Cuatro, al igual que ellos, que o bien son directamente guapos o tienen esa mirada canalla que atrae o son sencillamente atractivos. Las que son feas o feos son graciosos –o lo intentan-, que es lo que se lleva. Ya no queda sitio para presentadores como aquel que tuvo Tele 5, el Fernando Olmeda, que parecía el hijo que no tuvo Ciges. Ahora ya no solamente hace falta dar bien a cámara, como se suele decir, sino que la pantalla se tiene que poner cachonda. Cachondo se va a poner el personal en el Masters de Madrid de tenis, ya saben, donde los recogepelotas de siempre dan paso a modelos en los partidos de más tirón. Este año, además, las van a vestir de colegialas. Como lo leen. Lo que no sé es si durante los puntos le darán chupaditas a una piruleta mientras se hacen trenzitas en el pelo con los dedos. Sería lo suyo, puestos a hacer el ridículo. Ya ven, mientras unos exigen que las modelos estén sanas a la hora de desfilar, el resto del mundo se ve colonizado por las guapas y los guapos. Hasta hay un programa de televisión donde enseñan a mover el culo por una tarima. Yo no sé si será verdad, pero hace poco me dijo un amigo que estuvo en el INEM y que había una cola para guapos, cargada de ofertas, y otra para feos. Para patitos feos. Se le recogen las pelotas a uno.
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