Sospechosas habituales
Fascinado estoy tras leer que ya son 12.000 las personas que han visitado la regalada exposición Navarra, tres millones de euros. Fascinado por lo ciclotímica que es la ciudadanía navarra, que en los primeros 15 días acudió a una media diaria de 285 personas y que en los 15 siguientes elevó ese flujo a la nada despreciable cifra de 515 personas al día. Todo esto según los convocantes de la manifestación, claro, y no según la policía, que ya saben que analiza las manifas bajo otro baremo numérico. ¿Y cómo se explican ustedes y servidor semejante incremento de nada menos que del 80%? ¿Habrá bajado el barril de Brent? ¿Regalan un pintxo de txistorra? ¿Recita Arbeloa sus versillos? ¿Quién coño es Brent? Nunca se sabrá, de la misma manera que nunca se sabrá la cifra real de gente que ha acudido a tan magno y gratuito evento, aunque estaremos muy atentos a futuros partes para reírnos un rato por no llorar. Sí que sabemos, en cambio, porque lo ha dicho Corpas -y el que no quiera creerle que no le crea pero que no le ponga en duda-, que ya son más de un millón las personas que han estado este año –mariano- en el castillo de Javier, que menos mal que está empedrado, no como el pobre huerto del pobre Getsemaní, el primer okupado. Eso ha dicho Corpas: un millón. De dónde sale tan majestuosa cifra tampoco lo sabemos ni sabremos, ya que bien es sabido que las estadísticas se hacen como Panoramix el druida las pócimas: mezclando las hierbas que más nos interesan o, como dice un amigo, contando todos los coches que pasan por la carretera de Sangüesa y multiplicando por 4. Por lo que, ante este panoramix de sospechosas cifras que tratan de justificar inversiones injustificables así vayan la mitad de los chinos, no nos queda sino decir: ¡Y si seunde el mundo queseunda!
Fascinado estoy tras leer que ya son 12.000 las personas que han visitado la regalada exposición Navarra, tres millones de euros. Fascinado por lo ciclotímica que es la ciudadanía navarra, que en los primeros 15 días acudió a una media diaria de 285 personas y que en los 15 siguientes elevó ese flujo a la nada despreciable cifra de 515 personas al día. Todo esto según los convocantes de la manifestación, claro, y no según la policía, que ya saben que analiza las manifas bajo otro baremo numérico. ¿Y cómo se explican ustedes y servidor semejante incremento de nada menos que del 80%? ¿Habrá bajado el barril de Brent? ¿Regalan un pintxo de txistorra? ¿Recita Arbeloa sus versillos? ¿Quién coño es Brent? Nunca se sabrá, de la misma manera que nunca se sabrá la cifra real de gente que ha acudido a tan magno y gratuito evento, aunque estaremos muy atentos a futuros partes para reírnos un rato por no llorar. Sí que sabemos, en cambio, porque lo ha dicho Corpas -y el que no quiera creerle que no le crea pero que no le ponga en duda-, que ya son más de un millón las personas que han estado este año –mariano- en el castillo de Javier, que menos mal que está empedrado, no como el pobre huerto del pobre Getsemaní, el primer okupado. Eso ha dicho Corpas: un millón. De dónde sale tan majestuosa cifra tampoco lo sabemos ni sabremos, ya que bien es sabido que las estadísticas se hacen como Panoramix el druida las pócimas: mezclando las hierbas que más nos interesan o, como dice un amigo, contando todos los coches que pasan por la carretera de Sangüesa y multiplicando por 4. Por lo que, ante este panoramix de sospechosas cifras que tratan de justificar inversiones injustificables así vayan la mitad de los chinos, no nos queda sino decir: ¡Y si seunde el mundo queseunda!
6 Comments:
buenísimo. kómo se agradece tener algo que leer cada día que te abra una sonrisa. gracias jordi.
Me han comentado que tu viejillo se paso por el magno evento...
Ten padre pa esto compañero Basilio. Si al menos hubiese unas matas en la exposición pa quitar... pues lo entendería.
Salud.
Yo también me pasé y qué pasa. En comparación con la de la Edad de Un Reyno, simplemente bochornosa. Pero en Pamplona, tarde lluviosa con niño...Chiquipark o Baluarte. Es que con este tiempo, como dijeron ayer en Gomaespuma, se le quitan a uno las ganas de tener ganas.
Salud Jordi
Pues yo debo ser muy raro, porque yo sí he visitado la EXPOSICION y a mi me gustó. Y creo que, los que no vayan, ellos se lo perderán. No creo que sea correcto decir de un acontecimiento que sea bueno o malo en función del número de visitantes. Sí admito y respeto que haya personas a las que, después de verlo no les guste. A mi no me gusta nada BRUCE SPRINGSTEEN, algo que a muchos incondicionales de este espacio les parecerá disparatado. Pero qué le voy a hacer. Soy muy raro. No me gusta nada, por más que me esfuerzo. Sí me gusta y soy un incondicional de la columna de Nagore a pesar de la aparente contradicción. Pero no voy a repetir otra vez que seguramente es que "soy muy raro"
Raro de cojones, sí.
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