Íntimas
Soy un periodista serio y riguroso, casi al mismo nivel que Lydia Lozano. Es por ello que me he visto en la desagradable tarea de tener que buscar por Internet las fotos porno de la nadadora francesa Laure Manaudou, que era una celebridad en su país y ahora en el mundo entero. Digo desagradable porque ya saben ustedes cómo son las páginas porno, que se empiezan a abrir ventanas, a oír jadeos –le he tenido que explicar al vecino que era un tema de trabajo y me ha contestado que a ver si me creía que él había nacido ayer- y si te despistas y le das a algún botón equivocado al mes siguiente te cargan 49,95 dólares en la tarjeta. Eso sí, te hartas de ver vídeos. Bueno, pues al final las he encontrado, las fotos. No valen mucho, la verdad. Profundizando un poco: son una mierda de fotos, que, por no ser, no son ni porno. Ahora a cualquier cosa se le llama porno. Hay una asombrosa facilidad para endilgarle adjetivos a las cosas. Por no hablar de los sustantivos. Sin ir más lejos, este periódico publicaba el otro día una frase de Blanca Romero y debajo ponía: Blanca Romero, cantante y actriz. Así se hace la historia, asegurando que una modelo es cantante y actriz, todo porque ha berreado en un par de conciertos de amigos suyos y ha salido en alguna serie. Bueno, que me desvío: la Manaudou. Se sospecha que ha sido un ex novio el que las ha colgado en Internet, pero éste lo niega. Es lo mismo, el caso es que a la buena moza le han hecho polvo con tan íntimas fotos –íntimas, ése es el adjetivo que le pega-. Pero, al margen del autor, lo que me sigue alucinando es la poca sesera del personal en cuanto se calienta. Se hacen fotos, se graban, iluminan la habitación. Y al poco te ve el culo hasta el frutero. Nadar nadará muy bien, pero, de guardar la ropa, ni idea.
Soy un periodista serio y riguroso, casi al mismo nivel que Lydia Lozano. Es por ello que me he visto en la desagradable tarea de tener que buscar por Internet las fotos porno de la nadadora francesa Laure Manaudou, que era una celebridad en su país y ahora en el mundo entero. Digo desagradable porque ya saben ustedes cómo son las páginas porno, que se empiezan a abrir ventanas, a oír jadeos –le he tenido que explicar al vecino que era un tema de trabajo y me ha contestado que a ver si me creía que él había nacido ayer- y si te despistas y le das a algún botón equivocado al mes siguiente te cargan 49,95 dólares en la tarjeta. Eso sí, te hartas de ver vídeos. Bueno, pues al final las he encontrado, las fotos. No valen mucho, la verdad. Profundizando un poco: son una mierda de fotos, que, por no ser, no son ni porno. Ahora a cualquier cosa se le llama porno. Hay una asombrosa facilidad para endilgarle adjetivos a las cosas. Por no hablar de los sustantivos. Sin ir más lejos, este periódico publicaba el otro día una frase de Blanca Romero y debajo ponía: Blanca Romero, cantante y actriz. Así se hace la historia, asegurando que una modelo es cantante y actriz, todo porque ha berreado en un par de conciertos de amigos suyos y ha salido en alguna serie. Bueno, que me desvío: la Manaudou. Se sospecha que ha sido un ex novio el que las ha colgado en Internet, pero éste lo niega. Es lo mismo, el caso es que a la buena moza le han hecho polvo con tan íntimas fotos –íntimas, ése es el adjetivo que le pega-. Pero, al margen del autor, lo que me sigue alucinando es la poca sesera del personal en cuanto se calienta. Se hacen fotos, se graban, iluminan la habitación. Y al poco te ve el culo hasta el frutero. Nadar nadará muy bien, pero, de guardar la ropa, ni idea.
1 Comments:
Bueno, en una de las fotos le está haciendo una mamada a (¿su novio) alguien, yo diría que eso si es porno, ;)
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