Jara y sedado
Amiga trucha:
Te extrañará recibir esta carta y que no vaya a decírtelo en persona, pero es que estoy en tratamiento y me han prohibido acercarme a menos de 50 metros de un río, nido de pájaros, cueva, setero o nacimiento de acebo. Llevo un localizador. No sé lo que será dejar la coca, pero te aseguro que quitarse de furtivo no es fácil, pero lo voy a intentar, te lo prometo. Bueno, en realidad he de reconocerte una cosa. No es nada personal. Quiero decir, que no estoy en tratamiento en consideración hacía ti y tu especie, aunque sé que os he hecho mucho daño con electricidad, luz nocturna, redes, trasmallos y botrinos, incluso con explosivos. No, no es eso, aunque quizá debería serlo. Es porque ya no sabía qué hacer con todo lo que me llevaba a casa, no daba abasto. Empezó con lo típico, una buena truchada –siento la literalidad- para cenar con los amigos y, si sobraba algo, venderos en algún restaurante. Luego empecé con las setas y hubo años que yo sólo abastecía a medio Roncal. Seguí con jabalís, pájaros, ranas, cangrejo autóctono y americano –cuando acabé con el autóctono-, boj, acebo y lo último que me llevé a casa fueron 300 latas de bonito que me mangué de la Cooperativa de Hostelería. Al final me metía cualquier mierda que pillara a mano. Por eso entiendo a los que beben colonia. ¿Sabes?, es que en esta comunidad queda elegante decirles a los amigos que has estado de noche en el río y te has llevado 100 truchas, viste, te da un aura. No te conformas con coger 3 o 4 para que se las pueda comer con jamón el pariente que viene de la ciudad, no, quieres más, lo quieres todo, que para eso está a la puerta de tu casa o conoces un escondrijo. Te acabas creyendo Jeremiah Johnson. Espero que pases buen año. Recuerdos a tu familia. Ten cuidao con los vertidos.
Amiga trucha:
Te extrañará recibir esta carta y que no vaya a decírtelo en persona, pero es que estoy en tratamiento y me han prohibido acercarme a menos de 50 metros de un río, nido de pájaros, cueva, setero o nacimiento de acebo. Llevo un localizador. No sé lo que será dejar la coca, pero te aseguro que quitarse de furtivo no es fácil, pero lo voy a intentar, te lo prometo. Bueno, en realidad he de reconocerte una cosa. No es nada personal. Quiero decir, que no estoy en tratamiento en consideración hacía ti y tu especie, aunque sé que os he hecho mucho daño con electricidad, luz nocturna, redes, trasmallos y botrinos, incluso con explosivos. No, no es eso, aunque quizá debería serlo. Es porque ya no sabía qué hacer con todo lo que me llevaba a casa, no daba abasto. Empezó con lo típico, una buena truchada –siento la literalidad- para cenar con los amigos y, si sobraba algo, venderos en algún restaurante. Luego empecé con las setas y hubo años que yo sólo abastecía a medio Roncal. Seguí con jabalís, pájaros, ranas, cangrejo autóctono y americano –cuando acabé con el autóctono-, boj, acebo y lo último que me llevé a casa fueron 300 latas de bonito que me mangué de la Cooperativa de Hostelería. Al final me metía cualquier mierda que pillara a mano. Por eso entiendo a los que beben colonia. ¿Sabes?, es que en esta comunidad queda elegante decirles a los amigos que has estado de noche en el río y te has llevado 100 truchas, viste, te da un aura. No te conformas con coger 3 o 4 para que se las pueda comer con jamón el pariente que viene de la ciudad, no, quieres más, lo quieres todo, que para eso está a la puerta de tu casa o conoces un escondrijo. Te acabas creyendo Jeremiah Johnson. Espero que pases buen año. Recuerdos a tu familia. Ten cuidao con los vertidos.
2 Comments:
kerido nagore.sobre lo de las truchas, haz el favor de documentarte un poco más. no es problema de furtivos, si no de política del gobierno de navarrrra, lo mismo ke con lo de los cangrejos y otras especies ke se están cargando solo por ignorancia de quienes están al cargo de esos departamentos.amiguismo con cotos, sociedades....
Kerido X, no analizo de quién es la culpa suprema, sólo explico una parte, pequeña o grande no lo sé. Me documento todos los veranos desde hace décadas a las puertas del Irati, tan a las puertas que te puedo asegurar que lo que cuento lo he visto no una ni 30 ni 60 veces.
Saludos y gracias por escribir.
Jorge.
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