22 febrero 2008

Cacofonías

Bueno, ¿qué?, ¿viene Dylan o no viene?, que tengo que organizarme las vacaciones, hombre, que hace un mes y medio del rumor y aún no sabemos nada. Sí sabemos que Dylan ha comenzado su gira en Atlanta, donde cargará las pilas tres noches seguidas para partir rumbo a Sudamérica. También nos hemos enterado de que REM, Lenny Kravitz y Police –interesante la autobiografía de Andy Summers- estarán en Bilbao, lo mismo que Judas Priest y Kiss, y que, ¡oh señor!, el pequeño saltamontes Leonard Cohen bajará de las montañas en julio para atronar Benicàssim con su increíble voz, evento este al que tal vez tenga que asistir ya que si Mahoma no va a la montaña es porque en la montaña no programa nadie nada de este estilo y los montañeros tenemos que coger el petate para ver a nuestros mahomas particulares –Como un pájaro en un alambre/ como un borracho en un coro de medianoche/ he intentado, a mi manera, ser libre-, esas gentes de tal nivel que se pueden contar con los dedos de las dos manos. Mientras, nuestro inconspicuo Consejero de Cultura se apresta a aclarar que su departamento no se gastó 10 millones de euros en el año mariano, perdón, javierano, sino que sólo fueron 4,4 -¿alguien sabe algo del Auditorio de Javier, qué hacen, concursos de cacofonías?-, como si fueran pocos. No fue tan rápido –no hubo nota de prensa- para aclarar los 3,7 millones dilapidados en el chirgo de Arbeloa, a lo que habrá que discurrir que, el que calla, otorga. Lo que sí que nos han otorgado por estos lares –con las salvedades que se quieran, pero sin grandes estrellas– es a 100 años de aburrimiento. Y eso, hacer de Navarra un sitio atractivo para que haya grandes conciertos, también es labor de un consejero de Cultura del siglo XXI, no del XVI. Pero este está con sus cacofonías, fiu-fiu.