29 marzo 2008

Únicamente

Recuerdo un anuncio -creo que de verano de 2005- en el que una asociación de consumidores se publicitaba como el lugar más indicado para que los afectados por una salmonela hallada en pollos envasados al vacío lograran tramitar y recibir las indemnizaciones pertinentes por parte de la empresa causante del pollo –pueden respirar-. El anuncio advertía, aunque no recuerdo la literalidad: hay que ser socio o hacerse socio. Hasta aquí, perfecto, una asociación de consumidores no es un ONG ni el comedor de Caritas. Ayer, en respuesta a una carta crítica con esta asociación, su director replicaba al crítico y le advertía de que el mero hecho de que reciba una subvención por parte del Gobierno de Navarra no implica que funcione al dictado de éste, sino que su objetivo es el beneficio de sus asociados y también de los ciudadanos navarros. No lo dudamos, ni el crítico aludido ni el lerendas. O, al menos, no me quita el sueño. Aclaraba también el director que, esto sí es literal, la subvención del Gobierno de Navarra únicamente cubre el 18% del presupuesto. Si alguno de ustedes conoce una empresa privada que, año tras año, reciba del erario público únicamente una quinta parte de sus ingresos vía subvención me lo hacen saber. Privada en el sentido de que no presta un servicio universal, ya que obliga a asociarse y a pagar las cuotas, que, bajas o altas, no dejan de ser cuotas –en su carta, el director cita la cuota anual, pero no la cuota de alta, vaya olvido-, para recibir un servicio que debería de ser público pero que se ha delegado en una empresa privada que cobra por ello y además recibe todos los años del orden de 20 millones de pesetas de nuestros bolsillos. Estoy convencido de que Irache lo hace muy bien. Pero más de que el tenderete se lo han montado aún mejor.

3 Comments:

Blogger @rafa_aguilera said...

Esto que pasa, amigo, con los de Irache sólo puede ser objeto de un estudio genético que tendrá, ya verás, como conclusión que la confusión entre lo público y lo privado está asociada a la cuarta erre que identifica y convierte en especie susceptible de especial protección a los 'navarros fetén, subgénero PTV-TTV-ETV' (leyenda: Pamplonés-Tudelano/Tafallés, Estellés de toda la puta vida, con dos cojones).

Leyéndote no podía sino seguir escuchando el eco de las declaraciones del consejero de Hacienda del Gobierno de Navarra.

Ojo, del de Hacienda y del Gobierno de Navarra. Es decir, de un funcionario publico. Sí, funcionario, a sueldo para todos y que pagamos entre todos en un puesto subvencionado al 100%. Declaraciones en las que exhala un inconfundible aroma de satisfacción por los resultados contables -y subrayo lo de contables; de ahí la felicidad, entiendo, del guardián de los caudales- con los que ha cerrado su último ejercicio la principal empresa PRIVADA de Navarra.

Cuidado, que no es que me parezca mal que a los del carro popular les vaya bien. Al contrario. Sé que son 'mucho' importantes; sí; para todos. Lo es para el jefe de la Hacienda como para no serlo para uno de sus indios.

Y claro que sé que da de comer a muchos navarros con dinero, por cierto, de casi todos, por no decir de todos. Vuelta la burra al maizal; a la confusión y tus subvenciones, Jordi. Subvenciones pasadas, presentes y, mucho me temo, las futuras.

Subvenciones directas, indirectas, y encubiertas porque el régimen fiscal de Navarra también lo sostenemos, que bonita metáfora, entre todos, eh. Hasta lo defiende Mariano, que se trajo -con subvención, por cierto; cagüen sos- a sus huestes de todos los rincones para postrarlas a los pies de la estatua de los Fueros. Una momento para la disgresión: ¿habría leído la placa, en castellano, que explica qué hace ahí ese 'pirulí'? ¿le enviamos a su Elvira una réplica; subvencionada, obviamente, por Turismo?.

Vuelvo y, majo, sigo oyendo a Miranda y lamento decir que no puedo de dejar de escuchar al portavoz no del consejo de administración de la empresa que mantiene en Landaben una planta de ensamblaje de piezas, que bueno, le daría hasta lustre a la declaración, como si fuera un representante del gobierno de la Baja Sajonia, sino que suena como si fuera el vocero de la dirección de una orgullosa fábrica...

Y no sólo eso, lo escucho extrayendo conclusiones que, pienso que, muy posiblemente por decoro, no se hubiera atrevido a hacer públicas un jefe de personal de esos que ahora se titula director de Recursos Humanos.

¿Público, privado?

Lo que te digo: ponle txungur que parce que engorda el caldo...

11:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Acertado el comentario final sobre el tenderete que se han montado los de Irache. No seré yo quién diga que lo hacen mal (tampoco los ensalzaré desde luego con todo lo que podría hacerse en este campo) pero sí seré yo quien cuente que hace seis o siete años me presenté al puesto de director de Irache tras haber visto el anuncio en la prensa.
Pues bien me entrevistaron la presidenta (Mª Asun) y el director que cesaba por jubilación, que casualmente eran marido y mujer. Finalmente no me dieron el puesto y luego me enteré de que habían nombrado ¡oh casualidad! a su hijo Manuel, quien ahí sigue por mérito y capacidad (genética, claro) y que a su vez y fortuitamente es hermano de Susana Arizkun a quien vemos en las teles locales como trabajadora y portavoz de Irache.
¿empresa familiar subvencionada o indudable valía? Que venga Arbeloa y nos responda.
Saludos. Santi.

6:04 p. m.  
Blogger Tatu said...

¡Qué interesante! Y creo que el puesto de la tal Susana Arizkun debe de estar muy bien retribuido, a juzgar por el tamaño del chalet en el que vive y de la parcela que ocupa. Lo cual me recuerda que la familia Arizkun vale para un roto y para un descosido, o que tiene contactos en las más altas esferas. Porque hace más de 10 años el actual director de la asociación y yo coincidimos en la mili, y tras el periodo de instrucción a él se le destinó al edificio del gobierno militar.A ese puesto se accedía por enchufe y era bastante más llevadero que andar haciendo el gilipollas con un cetme por el monte o chupando guardias en Aizoáin

3:00 p. m.  

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