De vuelta
Después de más de 10 días rodeado por las blancas y sedosas túnicas de la bondad ajena, oliendo edelweiss y contemplando el ingrávido e inolvidable vuelo de las más hermosas aves que surcan los cielos en busca de sus más preciados amigos, no me queda otro remedio que ponerme otra vez el mono lleno de grasa, manchurrones, el Bic con el capuchón azul sobresaliendo por encima del bolsillo de la camisa –por supuesto, de cuadros- y en la comisura derecha del labio el cigarro y en la izquierda el palillo, perfectamente partido y, como es lógico, de dos puntas, no de esos redondos con un extremo achatado y que son un derroche de madera. El cigarro para pensar y el palillo para estoquear. Es lo que tiene. Como ya hay tanta buena gente por el mundo ofreciendo su tiempo gratuitamente y yo soy débil y aún no he tenido el arrojo suficiente para unirme a ellos y marcharme al Alto Volta a cuidar de mi ganado, mi única opción por ahora es continuar por donde había venido hasta el pasado domingo 18 y seguir haciendo lo único que creo que sé hacer, aunque sea mal, que no es otra cosa que joder un poco la manta, con la mejor intención, eso sí. El día que pueda pagar a Euribor y a Caprabo escribiendo exclusivamente buenos deseos y palabras cargadas de amor no duden que lo haré, al tiempo que avisaré a Antonio Gala y a Paulo Coelho de que ya se pueden dar por jodidos, que se les ha acabao el invento. Hasta que llegue ese día, no quedará otra que permanecer ojo avizor a los errores o burradas que se vayan deslizando por la vida diaria de esta comunidad tan risible y repartir estopa a partes iguales, manos llenas y diestro y siniestro, incluyendo, cómo no, a un servidor. Pues eso, que aquí estamos otra vez, afilando el diente. Reconozco que lo echaba de menos. Vamos allá.
Después de más de 10 días rodeado por las blancas y sedosas túnicas de la bondad ajena, oliendo edelweiss y contemplando el ingrávido e inolvidable vuelo de las más hermosas aves que surcan los cielos en busca de sus más preciados amigos, no me queda otro remedio que ponerme otra vez el mono lleno de grasa, manchurrones, el Bic con el capuchón azul sobresaliendo por encima del bolsillo de la camisa –por supuesto, de cuadros- y en la comisura derecha del labio el cigarro y en la izquierda el palillo, perfectamente partido y, como es lógico, de dos puntas, no de esos redondos con un extremo achatado y que son un derroche de madera. El cigarro para pensar y el palillo para estoquear. Es lo que tiene. Como ya hay tanta buena gente por el mundo ofreciendo su tiempo gratuitamente y yo soy débil y aún no he tenido el arrojo suficiente para unirme a ellos y marcharme al Alto Volta a cuidar de mi ganado, mi única opción por ahora es continuar por donde había venido hasta el pasado domingo 18 y seguir haciendo lo único que creo que sé hacer, aunque sea mal, que no es otra cosa que joder un poco la manta, con la mejor intención, eso sí. El día que pueda pagar a Euribor y a Caprabo escribiendo exclusivamente buenos deseos y palabras cargadas de amor no duden que lo haré, al tiempo que avisaré a Antonio Gala y a Paulo Coelho de que ya se pueden dar por jodidos, que se les ha acabao el invento. Hasta que llegue ese día, no quedará otra que permanecer ojo avizor a los errores o burradas que se vayan deslizando por la vida diaria de esta comunidad tan risible y repartir estopa a partes iguales, manos llenas y diestro y siniestro, incluyendo, cómo no, a un servidor. Pues eso, que aquí estamos otra vez, afilando el diente. Reconozco que lo echaba de menos. Vamos allá.
6 Comments:
A la cuarta línea ya estaba llorando y cuatro más abajo meada de risa. No sé cómo lo haces. Cuídate.
Chapeau por todo Jorge. Todavía te lo tenía que decir.
Y que ya te estábamos echando de menos; no estoy yo dispuesta a renunciar tambien al pequeño placer diario que supone la estocada de tu palillo.
Hay quien nace con un talento y hay quien intenta tenerlo y para eso usan el cigarro y el palillo. Sé que tú los usas sólo para aparentar, para perderte entre la marabunta de gente "mediocre" y llevar una vida normal, que al fin y al cabo es la mejor. Sigue dándole al palillo de "doble filo" y déjame seguir disfrutando de tu talento.
Bienvenido de nuevo, con 2 pelotas como debe ser. Tu columna es prácticamente lo único que me gusta del diario, no trago lo "políticamente correcto".
Pues que eres un figura, qué quieres que te diga. Que es un placer seguir teniendo la oportunidad de leerte. Te has convertido en mi columnista favorito.
Muchísimo ánimo y a disfrutar de lo lindo.
Te extrañamos cuando vamos a buscarte a la última página y no estás. Te esperábamos.
Aparte de talento, humor y tantas otras cualidades, tienes un par bien puestos, para seguir adelante. Ya sabes: Ni un paso atrás.
Hay que agradecer que existan personas como tú. ¡Ánimo, Jorge! Estamos much@s a tu lado. Con todo nuestro apoyo. Y sigue dando caña.
Marca Acme.
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