26 septiembre 2008

Bebed

La muy democrática, representativa, participativa, renovada, y socialmente implicada –de Gorraiz para arriba y en los derredores de la plaza del Castillo, a 2,50 la caña- Cámara Navarra de Comercio -¡arriba las manos, abajo los pantalones!- publicó el otro día una nota de prensa mostrando su disconformidad con algo, hecho insólito en esta institución y cuyo documento original colgará en su despacho el presidente para poder contemplarlo mientras golpea la batería. Insólito en cuanto este sacrosanto txiringo, que para nada –Pitita- es el cortijo de unos pocos, tiene el aro más ancho por debajo del Neva, de tantas veces que ha dicho a todo que sí y que sí y que sí, ya fuera Itaroa, la Morea, Corte Inglés y lo que ustedes quieran imaginar. Y jamás, jamás, dijeron nada en contra de esos magnos proyectos que, como explicó Yolanda –eternamente Yolanda- sobre el Corte Inglés, iba “a dinamizar el centro de Pamplona”. Será la Pamplona de Colombia, date un garbeo por la calle Mayor y ya verás el dinamismo con el que se bajan persianas. Pues ha tenido que ser una simple barra de bar –mal, bien puesta, por unos, por otros, es otro tema, una simple barra, dos días de un año- la que ha originado tamaño acceso de defensa de sus asociados, aunque no quisiera pensar que ha sido por sumarse al carro de UPN, no soy tan revirado. Una barra de bar ha conseguido lo que no consiguió el Corte Inglés con su dinamismo voraz día tras día y año tras año y hasta que el desierto nos alcance. Bien podría, pues en su derecho está defender la legalidad –pero en todos los casos-, adentrarse también el batería en los terrenos de la ética y solicitarle a sus asociados moderación de precios. De eso no ha ido ninguno a quejarse a mamá Cámara. Bebed, bebed, malditos, vuestras resacas serán mi yate.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿La calle Mayor?
Es lo más parecido al desierto de Gobi.

4:22 a. m.  

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