Concisión
Dijo esta semana Hawking que mejor que nos vayamos buscando otro planeta para vivir. Ni lo sueñes, chaval, anda que no me ha costado entender el 1% de lo que pasa en este como para irme a otro, vete tú, que eres tan listo. ¿Hay 2x1 en Urano? Y que en menos de 100 años habrá un cataclismo planetario. No me vale, a mi o me acotas o no me vale, no me hagas como cuando le pregunto a la abuela que cuándo sé que está hecho el ajorrariero y me dice que “el propio bacalao te lo indica”. Quiero saber el año, el año exacto, el minuto, si no es molestia, que he quedado. Porque que el planeta se va a tomar por culo lo llevan diciendo los taxistas hace años y si alguien hace la calle y conoce el percal son ellos, y no los científicos, que mucho acelerador y mucha vaina y a la mínima se les gripa, que parece el motor de Sete. Los científicos de este siglo como que se parecen a los curas del siglo pasao, que es oírles y acojonan, no dicen cosa buena, todo es malo, ni masturbarse a gusto puede uno, que si no es pecao es que atonta los espermatozoides -¿y qué, o es que alguien tiene interés en hablar con un espermatozoide, con el poco recorrido que tienen?-. Si no es que desaparece tal es que explota cual, sino que se acaba el oxígeno, sino que se acaba el tabaco, todo son tragedias, todo son culpas y cargos de conciencia. ¿Nos hemos cargado el planeta ya sin remisión sí o no? Si es que no, ¿cuántas horas hay que dedicarle al día para rehacerlo? ¿Y esas horas, cotizan? Si es que sí, ¿qué problema hay? Sentémonos y disfrutemos de lo que queda, ¿no? Porque si el mundo se acaba –es un poner- en el 2018, bajo el importe de la hipoteca y alargo el plazo, ¿entiendes, Stephen? O no cambio los rodapiés. Porque entre unos que hablan de fe y otros de hipótesis aquí no hay quien aguante.
Dijo esta semana Hawking que mejor que nos vayamos buscando otro planeta para vivir. Ni lo sueñes, chaval, anda que no me ha costado entender el 1% de lo que pasa en este como para irme a otro, vete tú, que eres tan listo. ¿Hay 2x1 en Urano? Y que en menos de 100 años habrá un cataclismo planetario. No me vale, a mi o me acotas o no me vale, no me hagas como cuando le pregunto a la abuela que cuándo sé que está hecho el ajorrariero y me dice que “el propio bacalao te lo indica”. Quiero saber el año, el año exacto, el minuto, si no es molestia, que he quedado. Porque que el planeta se va a tomar por culo lo llevan diciendo los taxistas hace años y si alguien hace la calle y conoce el percal son ellos, y no los científicos, que mucho acelerador y mucha vaina y a la mínima se les gripa, que parece el motor de Sete. Los científicos de este siglo como que se parecen a los curas del siglo pasao, que es oírles y acojonan, no dicen cosa buena, todo es malo, ni masturbarse a gusto puede uno, que si no es pecao es que atonta los espermatozoides -¿y qué, o es que alguien tiene interés en hablar con un espermatozoide, con el poco recorrido que tienen?-. Si no es que desaparece tal es que explota cual, sino que se acaba el oxígeno, sino que se acaba el tabaco, todo son tragedias, todo son culpas y cargos de conciencia. ¿Nos hemos cargado el planeta ya sin remisión sí o no? Si es que no, ¿cuántas horas hay que dedicarle al día para rehacerlo? ¿Y esas horas, cotizan? Si es que sí, ¿qué problema hay? Sentémonos y disfrutemos de lo que queda, ¿no? Porque si el mundo se acaba –es un poner- en el 2018, bajo el importe de la hipoteca y alargo el plazo, ¿entiendes, Stephen? O no cambio los rodapiés. Porque entre unos que hablan de fe y otros de hipótesis aquí no hay quien aguante.
1 Comments:
Nada, a alargar el plazo de la hipoteca, y cuando el mundo se vaya a tomar por el culo, que la pague el maestro armero. Hala. A cascala.
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