18 abril 2009

Ensayando

Anda y que no es lista Yolandamari. Hay que ser muy pero que muy lista para pasar en sólo 13 años de ocupar una mesita en la UPNA a presidir el partido más navarro de Navarra y más navarro del mundo mundial, ese partido cuyo presidente, henchido de su navarridad, es capaz de dividir a los navarros entre malos y buenos según le salga a él de los cataplines. 13 años en política son pocos, sobre todo si, como Yolandamari, no has pasado por la casilla de salida ya que aquello te pilló en tu ciudad natal y juvenil. Hay que ser muy lista para derribar todas esas barreras que ha derribado esta mujer gracias a Sanz, a los osos del Roncal y a su indudable gancho entre amplios sectores de la población gracias a no sé qué pero gracias a ese qué. Hay que ser todavía más lista para conseguir que incluso en el partido más navarro de Navarra y del mundo mundial no se vaya a presentar nadie más. Eso tiene su mérito. Y también hay que ser lista –y, muy mala, también- para después de años callada soltar como de pasada que no habrá mayor problema con el PSN por la “magnífica relación personal y política” que mantiene con Roberto Jiménez, desde que el muete hiciera la pretemporada en el ayuntamiento de Pamplona e hiciera más migas con ella que las que hizo en sus 94 años de vida mi tía María la de Rueda, que hacía unas migas de muerte. Esto al Señor Cangrejo le ha sentado muy mal –“eso es pasado”, ha dicho-, porque se ve que o reniega de su pasado o ve que para su electorado no es muy vendible eso de que un socialista de cuna se llevara de perlas con una alcaldesa según él de derechas y no sé qué más que ha dicho últimamente, que no digo que no sea verdad pero, claro, oído de su boca da pelín de risa. Pero nada nuevo, esto es una risa continua, un descojono. Igual hasta está ensayao.