Fue bonito
A Mintxo le cantaron el Agur Jaunak. Fue bonito, siempre es bonito. Hace 10 años se lo cantaron a otro Mintxo. Aquel tenía 33, éste, 31. Cada uno a su manera, como canta Cohen, fueron libres. A este Mintxo, que el miércoles por la tarde desde una gran foto miraba sonriente y guapo hasta hartar a todos los que le querían, el pasado sábado se le cruzó una pared más reblandecida de la cuenta a causa de las lluvias. Dicen que consuela algo el hecho de que se vayan haciendo lo que más les gustaba. No lo sé, a mi la verdad es que no me consuela, me duele aún más que tengan que ser precisamente los que se salen de la manada y se montan sus propias vidas al margen de la que les quiere imponer la sociedad los que paguen con mucha antelación el precio final, en primera persona y también por la inmensa parte que les toca a sus familias y amigos. No sé. El miércoles murió Piotr Morawski, en una grieta oculta del Dhaulagiri. Morawski era polaco. El primer hombre que subió al Shisha Pangma en invierno. Los polacos son duros, muy duros. En los 70 y en los 80, los alpinistas polacos arreglaban las inmensas chimeneas de las fábricas de su país para ahorrar algo de dinero y marcharse al Himalaya a seguir disfrutando de la miseria y el frío escogidos. Era su manera de ser libres. Hay mucha gente que hace lo que hacían los polacos, pongan cualquier ocupación en lugar de la de arreglar chimeneas. Trabajar, ahorrar y partir. En el muy duro pero muy necesario Los zarpazos de la montaña, María Coffey, novia del desaparecido Joe Tasker, trata de contar las sensaciones de la parte que se queda por aquí, mientras los pájaros vuelan. No da respuestas. No hay respuestas. Los que viven mueren, los que no viven sólo son enterrados. A Mintxo le cantaron el Agur Jaunak. Fue bonito, siempre es bonito.
A Mintxo le cantaron el Agur Jaunak. Fue bonito, siempre es bonito. Hace 10 años se lo cantaron a otro Mintxo. Aquel tenía 33, éste, 31. Cada uno a su manera, como canta Cohen, fueron libres. A este Mintxo, que el miércoles por la tarde desde una gran foto miraba sonriente y guapo hasta hartar a todos los que le querían, el pasado sábado se le cruzó una pared más reblandecida de la cuenta a causa de las lluvias. Dicen que consuela algo el hecho de que se vayan haciendo lo que más les gustaba. No lo sé, a mi la verdad es que no me consuela, me duele aún más que tengan que ser precisamente los que se salen de la manada y se montan sus propias vidas al margen de la que les quiere imponer la sociedad los que paguen con mucha antelación el precio final, en primera persona y también por la inmensa parte que les toca a sus familias y amigos. No sé. El miércoles murió Piotr Morawski, en una grieta oculta del Dhaulagiri. Morawski era polaco. El primer hombre que subió al Shisha Pangma en invierno. Los polacos son duros, muy duros. En los 70 y en los 80, los alpinistas polacos arreglaban las inmensas chimeneas de las fábricas de su país para ahorrar algo de dinero y marcharse al Himalaya a seguir disfrutando de la miseria y el frío escogidos. Era su manera de ser libres. Hay mucha gente que hace lo que hacían los polacos, pongan cualquier ocupación en lugar de la de arreglar chimeneas. Trabajar, ahorrar y partir. En el muy duro pero muy necesario Los zarpazos de la montaña, María Coffey, novia del desaparecido Joe Tasker, trata de contar las sensaciones de la parte que se queda por aquí, mientras los pájaros vuelan. No da respuestas. No hay respuestas. Los que viven mueren, los que no viven sólo son enterrados. A Mintxo le cantaron el Agur Jaunak. Fue bonito, siempre es bonito.
1 Comments:
que bonito articulo...
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