Populismo
Zapatero, el Tío Impulsos, ya no va a crear el primer ministerio de deporte de Europa. No hace apenas cinco meses –el 26 de noviembre de 2008- anunció tan descacharrante medida –más propia de la RDA o de cuando en algunos chandals de felpa aún se podía leer CCCP y el sol no se ponía detrás de las espaldas de Kristin Otto, Jarmila Kratochvilova o Helena Fibingerova- con motivo de una recepción-colegueo al equipo español vencedor de la Copa Davis. Emilio Sánchez Vicario –hermano de Vamos, vamos, mis impuestos y yo a Andorra-, capitán del equipo y que anunció su adiós coincidiendo con el triunfo, lanzó la idea al aire y Zapatero, que es todo poros, recibió el chute de feromonas y en mitad de una crisis económica de aúpa comentó que “Emilio –se tutean, o sea- me ha lanzado el órdago y recojo el guante. Y digo que sí. Cuando haya una remodelación ministerial del Gobierno, habrá un ministerio de Deportes”. Un millón y pico de parados después, el Tío Impulsos se ha introducido la producción anual de naipes de Fournier por donde el perineo y ese señor con gafas y apellido de defensa del Rapid de Viena que se asoma en toda foto que huela a victoria ya no será de momento ministro de nada, lo que a todas luces es un alivio, por el tema de la contaminación visual, que es tan desagradable como la acústica o más. Pero no contento con un ridículo, Zapatero está decidido a seguir haciéndolo y a partir de ahora el deporte dependerá directamente de él. Ni a Sarkozy se le ocurre tanto populismo. Un elemento que debería no tener horas al día para atajar lo que hay que atajar, invertirá parte de su tiempo en pozos sin fondo como Madrid 2016, recepciones varias, bien de colegueo y tío que fuerte qué smash le metiste a Ljubicic. Tolerancia cero con el dopaje en la política.
Zapatero, el Tío Impulsos, ya no va a crear el primer ministerio de deporte de Europa. No hace apenas cinco meses –el 26 de noviembre de 2008- anunció tan descacharrante medida –más propia de la RDA o de cuando en algunos chandals de felpa aún se podía leer CCCP y el sol no se ponía detrás de las espaldas de Kristin Otto, Jarmila Kratochvilova o Helena Fibingerova- con motivo de una recepción-colegueo al equipo español vencedor de la Copa Davis. Emilio Sánchez Vicario –hermano de Vamos, vamos, mis impuestos y yo a Andorra-, capitán del equipo y que anunció su adiós coincidiendo con el triunfo, lanzó la idea al aire y Zapatero, que es todo poros, recibió el chute de feromonas y en mitad de una crisis económica de aúpa comentó que “Emilio –se tutean, o sea- me ha lanzado el órdago y recojo el guante. Y digo que sí. Cuando haya una remodelación ministerial del Gobierno, habrá un ministerio de Deportes”. Un millón y pico de parados después, el Tío Impulsos se ha introducido la producción anual de naipes de Fournier por donde el perineo y ese señor con gafas y apellido de defensa del Rapid de Viena que se asoma en toda foto que huela a victoria ya no será de momento ministro de nada, lo que a todas luces es un alivio, por el tema de la contaminación visual, que es tan desagradable como la acústica o más. Pero no contento con un ridículo, Zapatero está decidido a seguir haciéndolo y a partir de ahora el deporte dependerá directamente de él. Ni a Sarkozy se le ocurre tanto populismo. Un elemento que debería no tener horas al día para atajar lo que hay que atajar, invertirá parte de su tiempo en pozos sin fondo como Madrid 2016, recepciones varias, bien de colegueo y tío que fuerte qué smash le metiste a Ljubicic. Tolerancia cero con el dopaje en la política.
2 Comments:
El titulito!!
; )
No te lo creerás, pero me acabo de dar cuenta que no tengo ventana para el título, al menos no me aparece. Uups.
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