Sisters Of Mercy
Hoy hace un año, Iñaki Ochoa de Olza Seguín inició su penúltimo viaje. Salió del campo base sur del Annapurna, rumbo a lo más alto. Allí está. Tal día como hoy llegó a 6.000 metros, luego a 6.800, 7.400, 7.800, intento de cima y regreso. Como saben, cumplió con todo el programa, pero no pudo regresar, aunque 14 personas arriesgaron su vida por ayudarle a desandar los pasos y traérselo de vuelta a casa a su fantástica familia. Sigue siendo el día en el que el simple hecho de pensar 10 segundos en aquella gente o de escribir algo o de leer algo me sigue partiendo en dos, pero supongo que la vida consiste en partirse en dos las veces que a uno le dé la gana y donde haga falta. Lo estoy viendo a la derecha, sentando delante de mi ordenador, el día antes de irse al Annapurna, preparando imágenes de la ruta para colgar en su web. Pepe Gotera y Otilio peleándose con Google Earth y el Adobe. Lo estoy oyendo claramente: tú, tontolaba, por lo menos pon algo de música, esa versión de Sisters Of Mercy que me contaste ayer. Oye, si viene Cohen a España en verano, iremos, ¿no? Sí, tontolaba, sí, claro que fuimos, a Benicassim en julio, tú estabas dentro de mi cartera, eres esa piedra que trajiste de la cima del Nanga Parbat, me debes 60 euros. Estoy viendo su llamada en el móvil 10 minutos después de que llamara a sus padres, a Cristina y a Josetxo, 20 minutos antes de que se derrumbara, esa llamada que descolgué pero en la que no le oí la voz por problemas de cobertura. No sé, hay ratos en los que se ven miles de cosas, con absoluta nitidez. Por cierto, socio, veremos a Cohen otra vez en septiembre. Seguro que toca Sisters Of Mercy. Además de en tu mp3, tú tuviste tus propias sisters of mercy a 7.400 metros. Qué gente, qué categoría, qué cortas se quedan las palabras, qué cortas.
Hoy hace un año, Iñaki Ochoa de Olza Seguín inició su penúltimo viaje. Salió del campo base sur del Annapurna, rumbo a lo más alto. Allí está. Tal día como hoy llegó a 6.000 metros, luego a 6.800, 7.400, 7.800, intento de cima y regreso. Como saben, cumplió con todo el programa, pero no pudo regresar, aunque 14 personas arriesgaron su vida por ayudarle a desandar los pasos y traérselo de vuelta a casa a su fantástica familia. Sigue siendo el día en el que el simple hecho de pensar 10 segundos en aquella gente o de escribir algo o de leer algo me sigue partiendo en dos, pero supongo que la vida consiste en partirse en dos las veces que a uno le dé la gana y donde haga falta. Lo estoy viendo a la derecha, sentando delante de mi ordenador, el día antes de irse al Annapurna, preparando imágenes de la ruta para colgar en su web. Pepe Gotera y Otilio peleándose con Google Earth y el Adobe. Lo estoy oyendo claramente: tú, tontolaba, por lo menos pon algo de música, esa versión de Sisters Of Mercy que me contaste ayer. Oye, si viene Cohen a España en verano, iremos, ¿no? Sí, tontolaba, sí, claro que fuimos, a Benicassim en julio, tú estabas dentro de mi cartera, eres esa piedra que trajiste de la cima del Nanga Parbat, me debes 60 euros. Estoy viendo su llamada en el móvil 10 minutos después de que llamara a sus padres, a Cristina y a Josetxo, 20 minutos antes de que se derrumbara, esa llamada que descolgué pero en la que no le oí la voz por problemas de cobertura. No sé, hay ratos en los que se ven miles de cosas, con absoluta nitidez. Por cierto, socio, veremos a Cohen otra vez en septiembre. Seguro que toca Sisters Of Mercy. Además de en tu mp3, tú tuviste tus propias sisters of mercy a 7.400 metros. Qué gente, qué categoría, qué cortas se quedan las palabras, qué cortas.
6 Comments:
Emocionas, haces reir, haces pensar, por todo eso y mas...gracias nagore
bonito
Gracias, gracias, gracias, gracias,gracias,gracias,gracias,gracias,gracias,garcias,gracias
Sigues haciéndome sentir el escalofrió de aquellos días.
Y a pesar del año transcurrido tus palabras resultan ser un bonito recuerdo de una amistad.
uff, de vez en cuando me paseo por tu blog y me empacho de nagoriadas saltándome aquellas de fútbol que para eso bastante tengo ya en casa y jamás comentando nada pero la ocasión lo merece.
Un año ya!
Aquellos que hace un año nos emocionamos con tus artículos, aquellos que luego nos quedamos con ganas de haberlo conocido de verdad al verle en el video-homenaje del Baluarte, aquellos te mandamos un abrazo y prometemos bailar contigo y con cohen
a la última anónima, ja-ja, bailaremos y lo que haga falta, el tío Leonard te catapulta hacia arriba muy muy lejos. Y se está de bien...
abrazos.
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