Seriedad
Me alegró por él. Me duele por mi país, que es de auténtico chichinabo. Resulta que el trabajador boliviano Frans Milles Melgar padeció una acción por parte de su patrón digna del siglo XIII, del de antes de Cristo. Pero la tropelía en sí no habría llegado a más si no llegamos a intervenir los de la canallesca. Dicho y hecho, alarma social al canto y al bueno de Frans, que no tengo ninguna duda que se lo merece, lo regularizan. El problema es que un país serio y con conciencia democrática no puede legislar, intervenir y actuar en función de telediarios, teleberris o portadas de El País. Si este fuera, que no lo es, un país serio y con conciencia democrática, Frans Milles Melgar no estaría regularizado sino que esperaría al proceso que siguen todos los demás sin excepción, salvo que ZP haya aprobado una ley sin enterarnos que diga algo así como “Los inmigrantes no serán regularizados salvo si el joputa de su jefe le tira el brazo a la basura cuando se lo corten con la máquina de hacer el pan”. Un Gobierno que no tiene los arrestos de salir y decir que resulta muy duro, pero que hay que seguir un proceso se califica por sí solo. Pero bueno, eso lo hacen todos, no sólo los sociatas en Madrid. Todavía recuerdo con pavor como nuestro gobierno autostono, partidos y sindicatos no perdían ni medio segundo en salir a la palestra anunciando una bolsa de trabajo específica para los trabajadores de alguna empresa grande con comité fuerte que anunciaba el cierre mientras les daban mucho por ahí a los miles de mileuristas (que suerte tienen algunos, pensarán los que cobran 600) que gota a gota, en un chorreo interminable van perdiendo el trabajo en pequeñas empresas, despachos, oficinas, agencias, medios de comunicación, comercios, bares y una lista interminable de quienes no salen en la prensa ni mucho menos cuentan con bolsa alguna. Doblemente vapuleados. Sin trabajo y sin respeto.
Me alegró por él. Me duele por mi país, que es de auténtico chichinabo. Resulta que el trabajador boliviano Frans Milles Melgar padeció una acción por parte de su patrón digna del siglo XIII, del de antes de Cristo. Pero la tropelía en sí no habría llegado a más si no llegamos a intervenir los de la canallesca. Dicho y hecho, alarma social al canto y al bueno de Frans, que no tengo ninguna duda que se lo merece, lo regularizan. El problema es que un país serio y con conciencia democrática no puede legislar, intervenir y actuar en función de telediarios, teleberris o portadas de El País. Si este fuera, que no lo es, un país serio y con conciencia democrática, Frans Milles Melgar no estaría regularizado sino que esperaría al proceso que siguen todos los demás sin excepción, salvo que ZP haya aprobado una ley sin enterarnos que diga algo así como “Los inmigrantes no serán regularizados salvo si el joputa de su jefe le tira el brazo a la basura cuando se lo corten con la máquina de hacer el pan”. Un Gobierno que no tiene los arrestos de salir y decir que resulta muy duro, pero que hay que seguir un proceso se califica por sí solo. Pero bueno, eso lo hacen todos, no sólo los sociatas en Madrid. Todavía recuerdo con pavor como nuestro gobierno autostono, partidos y sindicatos no perdían ni medio segundo en salir a la palestra anunciando una bolsa de trabajo específica para los trabajadores de alguna empresa grande con comité fuerte que anunciaba el cierre mientras les daban mucho por ahí a los miles de mileuristas (que suerte tienen algunos, pensarán los que cobran 600) que gota a gota, en un chorreo interminable van perdiendo el trabajo en pequeñas empresas, despachos, oficinas, agencias, medios de comunicación, comercios, bares y una lista interminable de quienes no salen en la prensa ni mucho menos cuentan con bolsa alguna. Doblemente vapuleados. Sin trabajo y sin respeto.
2 Comments:
Los partidos políticos ¿van a condenar el terrorismo patronal?
Yo si condeno el de ETA.
Nagore, dale un toque al tal Blogger y dile que a ver qué pasa con el artículo del 14/06/09.
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