¡Euuuuuuuuuu!
Unos 300.000 eurillos vamos a gastarnos los navarros para celebrar que somos navarros. Eso oficialmente, quiero decir, a cargo del Gobierno de Navarra. No está mal, no está nada mal, aunque qué más da, lo que nos sobra es dinero. Cerebro no, pero dinero tenemos a espuertas. No he leído el programa de actos –que se suele prolongar más o menos como los anuncios de Navidad, de primeros de octubre al 7 de enero-, pero seguro que habrá conciertos para los mayores, para los pequeños, festivales, comidas, misas, cenas, premios, más comidas, más premios –galardones, dicen los pedantes- y más cenas y más festejos. Enternecedor, emocionante incluso saberse parte de un trozo de tierra que es capaz de gastarse por decreto un pastón –año tras año, lustro tras lustro, década tras década- para, simplemente, conmemorar que se ha nacido donde se ha nacido, un asunto para el que ninguno de los que lo celebrarán y de los que no lo celebraremos hemos realizado mérito alguno. Viene siendo como ser moreno, tener la nariz chata o bizquear un poco. Ser navarro es tan puta casualidad como ser bielorruso, pero el aparataje foral y social intenta meterte desde tu más tierna infancia una especie de orgullo extra y de pecho palante ante el que sólo se puede mostrar primero asombro y más tarde exclusivamente pasividad e incluso choteo. No obstante, al aparataje le funciona, al igual que sucede en todas las regiones que en el mundo son, igual de lerdas que ésta, por otra parte. No digo yo que haya que renegar de donde uno ha nacido y hasta donde tiene la paciencia de seguir viviendo, qué va, pero al menos podrían tener la decencia de no elevar las anécdotas a la categoría de acontecimientos y, por supuesto, mucho menos en situaciones como la actual. Nunca, pero menos ahora.
Unos 300.000 eurillos vamos a gastarnos los navarros para celebrar que somos navarros. Eso oficialmente, quiero decir, a cargo del Gobierno de Navarra. No está mal, no está nada mal, aunque qué más da, lo que nos sobra es dinero. Cerebro no, pero dinero tenemos a espuertas. No he leído el programa de actos –que se suele prolongar más o menos como los anuncios de Navidad, de primeros de octubre al 7 de enero-, pero seguro que habrá conciertos para los mayores, para los pequeños, festivales, comidas, misas, cenas, premios, más comidas, más premios –galardones, dicen los pedantes- y más cenas y más festejos. Enternecedor, emocionante incluso saberse parte de un trozo de tierra que es capaz de gastarse por decreto un pastón –año tras año, lustro tras lustro, década tras década- para, simplemente, conmemorar que se ha nacido donde se ha nacido, un asunto para el que ninguno de los que lo celebrarán y de los que no lo celebraremos hemos realizado mérito alguno. Viene siendo como ser moreno, tener la nariz chata o bizquear un poco. Ser navarro es tan puta casualidad como ser bielorruso, pero el aparataje foral y social intenta meterte desde tu más tierna infancia una especie de orgullo extra y de pecho palante ante el que sólo se puede mostrar primero asombro y más tarde exclusivamente pasividad e incluso choteo. No obstante, al aparataje le funciona, al igual que sucede en todas las regiones que en el mundo son, igual de lerdas que ésta, por otra parte. No digo yo que haya que renegar de donde uno ha nacido y hasta donde tiene la paciencia de seguir viviendo, qué va, pero al menos podrían tener la decencia de no elevar las anécdotas a la categoría de acontecimientos y, por supuesto, mucho menos en situaciones como la actual. Nunca, pero menos ahora.
16 Comments:
Jaja... inteligente palo a nuestros vecinos de la CAV, que allí por banderás no será, todo lo contrario que aquí, que banderas de Navarra no se ven mucho colgadas de ventanas, por ejemplo. .
Usted perdone, don Jorge. En La Txistorra Digital hemos colgado una pequeña encuesta para saber si se asiste a esos actos que cuentan con tan magno presupuesto. Por si los visitantes de su blog se animan a contestarla.
¿Wikianónimo con que te drogas?, para cantidad de banderas: en los partidos de vuestra Egpaña. El artículo cojonudo, Jorge. El creerse más y mejor por ser de un sitio al que caes de casualidad, es la prueba fehaciente de la estupidez humana. A ver si toman nota los navarrreros de nuestros mejores esparragos, pimientos, vino, queso o moral del mundo porque como aquí no se vive en ningún sitio (frase que conoce todo dios que tiene un suegro que no ha salido de su portal).
Salud
El 99% de los que iban a celebrar la victoria de Fernando Alonso lo iban a hacer sólo porque es español. Evidentemente, lo hago extensible a todos los deportes y a todas las ciudades/comunidades/estados. Por algo terruño rima con truño. Lo que no sabía es que nos costara tanto ser navarros, gracias por la información.
Orundelico
Bueno, tampoco es eso. Desde luego nadie elige dónde nace, porque si se pudiera, las mujeres no elegirían nacer en países donde las encierran en una jaula de tela.
Pero, las personas pueden rubricar su pertenencia a un espacio delimitado y sentirse orgullosas de sus tierras, sus tradiciones, sus lenguas, su carácter. Y pueden sentir amor por los paisajes que conforman su paisanaje vital. Y por las geografías físicas que acogen sus geografías vitales.
Así que no hay ningún mérito en heredar una tierra y con ella una cultura, una historia y un paisaje, pero sí hay un mérito en contribuir a dejar en herencia una tierra, una cultura, una historia y un paisaje.
Dicho todo esto: yo no siento nada de eso, pero lo entiendo.
Que nada tiene que ver con gastar dinero, cuando no se tiene, ni para celebrar la casualidad o la elección. Ni para fiestas, ni para coches, ni para comidas. Ni para...
SoyAmaiur.
Txandríos coño, no querer ver la inflación de símbolos en la comunidad vecina y de la comunidad vecina es de ciegos.
En cuanto a las drogas, hace tiempo que me quité de fumar, incluído el pegamento de pelo de lana de oveja de pegata de culo de coche. Ahí queda eso. De lo que no me he quitado es de los gin-tonics de Hendrick´s (el pepino le da un toque nuevo pero las mariconadas que hacen ahora en algunos sitios de ponerle pétalos de rosa es pasarse diez pueblos del Goierri, cojones)
Fuera de la literatura, toda forma folclórica de pertenencia a un grupo me la pela. Dicho de otra forma: el folclore es una cosa que hace la gente, y con mucho fervor local, de pueblo, para que algunos nos partamos el culo. Por ejemplo, los tiki-tiki de las piernas en supuestos bailes ancestrales me recuerdan todos a un ataque epiléptico, a falta de medicación.
Creo que se confunde el no salvaguardar un territorio con alardear de él. Para salvaguarda basta con mandar por ejemplo, a la mierda el TAV (autentico atentado contra nuestra tierra) e invertir en lo que la define como tal.
Y no alardear mucho porque mierdas tenemos muchas que ocultar bajo la alfombra, no más que el resto de pueblos que cohabitan el Orbe, también es cierto. Lo dicho prefiero salvaguardar que alardear.
Salud
Pues yo no. Cada día me gusta más el asfalto y las ciudades. En el campo sólo hay cagarrutas de oveja.
Más vale que las "tiendas familiares" Alonso pasaron a mejor vida, que si no ya lo veo apedreando escaparates a Orundelico. Alonso no, fuera, a la mierda, a tomar por el tubo de escape, cojones. Te has quedado atrapado, macho.
Ayyyy qué grande eres!!! ¿Por qué no te ponen esta columna en portada? tal vez lo hagan eh, es que sólo leo el blog (qué como ha ganao con las foticos!) el diario sólo en la red o si lo pillo en el bar.
TXISTORREROS: Yo no voy a asistir.
Lo hice hace algunos años a un concierto, que vino Juanes (qué le voy a hacer..., fue así).
en mi opinión el rollo banderas (de cualquier tipo incluido Antonio) sobra... a no ser que la bandera sea tan bonita como la de jamaica que entonces lo entiendo je je Si hay que poner banderas se ponen pero poner por poner....(al menos podíamos reciclarlas)
el gastar unos eurillos en conmemorar el día de navarra estaría bien siempre y cuando se utilizaran con cabeza, se promovieran actividades culturales que nos desenroscaran la boina y que promovieran el turismo y generaran empleo.. ahora si el programa de actos incluye cosas como la renovación de los vinilos de la antigua estación de autobuses (todavía más feos si cabe que los anteriores de pamplona ciudad cultural) pues entonces no hay más que hablar... Bien cerca tenemos ciudades como donosti, bilbao o zaragoza que están moviendo el rollo cultural que eso genera riqueza en una ciudad a largo plazo. En la rioja tb se han inventado lo de la ruta del vino que oye tiene su punto... igual algún día aprendemos!
Siempre he tenido la curiosidad. ¿Quién tendrá la patente o los derechos de fabricación del gorro sanferminero de gora euskadi con ikurriña trasera? Tiene que estar forrado aprovechando el fervor patriótico vasco que hay por estas y las vecinas tierras. Txandríos, tú que creo que estás metido en esos mundillos esukoempresariales algo tienes que saber. Suelta, suelta.
Lo de la pegata de la oveja, pedigrí que todo buen vasco debe de llevar en el culo de su coche frances o americano o alemán o italiano o japonés... ya vi que para aumentar la rentabilidad te obligaban a comprar un pack donde vienen cinco, que de una a una no se hace país.
Lo intentas pero no lo consigues. Ahí una lección de historia gratis, txabal.
Salud.
http://zuzeu.com/2010/11/09/inaki-perurenari-euskalduna-ez-dela-esaten-zaionean/
Pobre Perurena... qué lío se arma para no decir nada. Que se sienta lo que quiera, yo hay días que amanezco palentino otros bretón e incluso toscano... pero que no intente justificarlo que es ahí donde se arma un cochocho de padre eta muy señor mío. Mira que os ha dado fuerte con esta entrevista, hecha, por cierto, por un bilbaino, para que luego digan...
Txandríos, cuánto mal os ha hecho la Navarra marítima. JAJAJA... os agarráis como a un clavo ardiendo.
La realidad que es tozuda, oye. Por cierto, ¿en qué basais los de la Egpaña vuestra identidad?. Nosotros al menos lo tenemos claro.
Salud
Txandríos... dime entonces, que nadie lo cuenta, qué es ser vasco o navarro o vasco navarro o navarro vasco. A lo mejor es algo chachi y me adhiero con la fe del converso, como tantos, como tantas, como tontos.
Tropiezas Txandríos, mi identidad, como decía mi señor padre, es 31 barra. Fuera de eso, los ibéricos, el vino y la literatura.
No viste Forrest, tonto es el que hace tonterías. Eso de todos iguales no deja de tener un tufillo fascistoide stalinista que te cagas.
Salud.
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