Ficción
No debemos de tener problemas más graves que que una serie de televisión –de ficción- presente una imagen determinada de unos hechos del pasado –hechos de los que, como es habitual, aún no ha pagado nadie más que un muerto y su familia y amigos- para que de la sensación subjetiva que un palomo del PP obtiene de ver esa serie nazca ni más ni menos pedir la comparecencia del director de RTVE para que éste le explique al palomo en cuestión por qué el capítulo decía lo que decía y no lo que el palomo hubiese querido que dijera. La acostumbrada manía de querer no ya sólo tapar la realidad y adornarla como a uno le place sino además intentar que los demás también la vean como uno la ve o cree haberla visto según sus intereses y querencias actuales. Ni una vez en su vida hemos oído hablar a Cervera de aquellos hechos, pero sí que ha hablado cuando se han interpretado televisivamente –bien, mal, regular, da igual- aquellos hechos. Esto es: importa más la imagen que la verdad, especialmente si la verdad molesta, duele y puede llegar a suponer que hubo un tiempo en el que la ciudad donde tú creíste vivir era distinta a tus ensoñaciones pasadas, presentes y futuras. Es obvio que cada uno vive en su propia ciudad, formada por un círculo relativamente pequeño, y que muchos habrán crecido creyendo que vivían en Berna o en Santander, del mismo modo que otros vivirían en Tripoli o en Belfast, pero la ciudad era para todos la misma, aunque no la vieran en su conjunto, igual que sucede ahora y que sucederá siempre. Cervera confunde la ficción con realidad y pretende que analicemos la ficción en lugar de estudiar la realidad y las responsabilidades que de ella se derivan o se derivarían en un lugar serio como esa Berna en la que no creció ni Cervera ni nadie de los aquí presentes.
No debemos de tener problemas más graves que que una serie de televisión –de ficción- presente una imagen determinada de unos hechos del pasado –hechos de los que, como es habitual, aún no ha pagado nadie más que un muerto y su familia y amigos- para que de la sensación subjetiva que un palomo del PP obtiene de ver esa serie nazca ni más ni menos pedir la comparecencia del director de RTVE para que éste le explique al palomo en cuestión por qué el capítulo decía lo que decía y no lo que el palomo hubiese querido que dijera. La acostumbrada manía de querer no ya sólo tapar la realidad y adornarla como a uno le place sino además intentar que los demás también la vean como uno la ve o cree haberla visto según sus intereses y querencias actuales. Ni una vez en su vida hemos oído hablar a Cervera de aquellos hechos, pero sí que ha hablado cuando se han interpretado televisivamente –bien, mal, regular, da igual- aquellos hechos. Esto es: importa más la imagen que la verdad, especialmente si la verdad molesta, duele y puede llegar a suponer que hubo un tiempo en el que la ciudad donde tú creíste vivir era distinta a tus ensoñaciones pasadas, presentes y futuras. Es obvio que cada uno vive en su propia ciudad, formada por un círculo relativamente pequeño, y que muchos habrán crecido creyendo que vivían en Berna o en Santander, del mismo modo que otros vivirían en Tripoli o en Belfast, pero la ciudad era para todos la misma, aunque no la vieran en su conjunto, igual que sucede ahora y que sucederá siempre. Cervera confunde la ficción con realidad y pretende que analicemos la ficción en lugar de estudiar la realidad y las responsabilidades que de ella se derivan o se derivarían en un lugar serio como esa Berna en la que no creció ni Cervera ni nadie de los aquí presentes.
4 Comments:
Berna mola, como suiza entera, que es capaz de trincar de todos amparandose en una eterna neutralidad. ¿Pero eso no es sano, no? Es la cuadratura del círculo, ser del Barça y del Madrid a la vez. Te quedas con la comisión de lo que unos le quitan a los otros, hasta que te quedes con lo que otros le quiten a los unos, cuando cambie de lado la tortilla.
He estudiado historia y aún no conozco a nadie que le interese la historia, sólo qué hacer con ella.
Cervera es un crak, ya ha conseguido que hablen de él en Madrid como presidente del PPN gratis y a costa del enemigo.
Salud
Es que a Conde Oliveto y a los chalets de la medialuna no llegaron las pelotas y los botes de humo...
Eva
El mejor favor que puede hacer Cervera a día de hoy es dejar de creerse con derecho a representar a Navarra con unos votos que pertenecen a otro partido. Siempre me ha parecido el político más trepa, interesado y oportunista a 100 km entorno a la estatua de los Fueros,....en dura competencia con el Sr.Burguete.
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