08 octubre 2011

Trabajar


Siempre he querido ser guionista de Corazón Corazón –tiene que ser épico escribir que La Princesa Letizia hizo gala un año más de su discreta sencillez a la vez que picas unos txaskis y te limpias el aceitazo que se te ha quedao en los dedos en la camisa y luego que alguien lea eso en pantalla y que sepas que tu madre lo escucha y diga: ¡eso fijo que lo ha escrito mi niño, portutatis! y mi padre, que está al lao, le conteste: ¡que también es mi hijo!- y mi hermano fotógrafo de platos combinados de restaurante de polígono, de esos que sale el huevo frito blanco redondo perfecto –sencillo y discreto, como buen huevo- y sin puntillas ni aceites sobrantes y la lechuga verde verde y las roquetas con un color que te dicen si me comes no sales vivo de aquí y, si sales, la próxima vez prueba el 15. A mi hermano, como es práctico, esa idea de hacer 20 fotos –no más- y tirarse a vivir el resto de sus días a la pierna tonta le va, de ahí que trabaje como un cerdo. Yo, por el contrario, soy más disperso, de trabajar a conciencia, y me cuesta un trabajo tremebundo lograr trabajar poco. De hecho, cuando me preguntan a qué me dedico, digo, muy serio: trabajo para no trabajar. Y la gente, pues no me cree, porque la gente no se cree nada, y entonces tienes que ponerte a explicar la situación completa entera desde los fenicios y al final pues sí que te entienden y te dan el sí de los aburridos y dicen: la verdad es que ya da curro, ya. Pero trabajar, ¿en qué trabajas? y deseas, aunque solo sea un instante, tener un trabajo normal, de esos con jefe amargao que ni come ni deja comer, pero se te pasa enseguida y al minuto viene otro y te pregunta en qué andas y le dices ¡no te lo vas a creer! y así todo el día sin parar de currar y el cabrón de mi hermano con los huevos fritos, pájaro.

7 Comments:

Blogger P said...

Darling: perdona pero no me he aclarado, ¿el que hace los huevos fritos quién es?

1:00 a. m.  
Blogger jorgenagore said...

¿?

7:18 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Trabajas demasiado P

8:30 a. m.  
Blogger Iñaki A. said...

Wakefield, según Hawthorne, se marchó de casa sin avisar y volvió al cabo de 20 años, también sin avisar. Durante ese tiempo, nunca trabajó.
En Laura y Julio, que también pinta una situación parecida, J J Millás pone en boca de un personaje esta frase como un puñetazo en la nariz:
" - No seas grosero - se limitó a responder el escritor - Tú y yo sabemos que ganarse la vida es vulgar."
Así que, majo, felicita a tu hermano de mi parte y transmítele mi rencor más sincero.

5:30 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

De tu parte, Iñaki, pero no le llamaré hoy porque està trabajando, jaja. Y mañana. Y pasado. Y el martes. Y el miércoles. El jueves tiene fiesta, eso sí. Pero tu rencor le hara ilusión.
Deberías visitarme más, escribes unas cosas fantásticas. Y Wakefield era un cabrón, como poco se avisa, jaja.
Un abrazo, gracias por la imaginación y el detalle y lo demás, puñetazo incluido.

6:25 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

A Iñaki:
ya se lo he dicho. Gracias.

12:30 a. m.  
Blogger Iñaki A. said...

Vamos haciendo amigos, lenta pero incansablemente.Es ésta una labor ardua, pero imprescindible. No hacía falta tanta prisa.
En mi defensa, o más bien en mi descargo, diré, con De Quincey, que mil años antes de nacer estuve prefigurado en personajes que vivieron a la ribera del Tigris. El horror y el desaliento me infundían esta idea.
Por cierto, que en esta frase De Quincey copió a Borges casi con cien años de adelanto.
Salud.

10:46 p. m.  

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