Arnotegi
Hoy la columna debería ir en
blanco, así, sin más. Con su nombre arriba y un blanco gigante debajo. No sé
qué teclear. Yo escribo desde casa. He escrito también en cibercafés, ciudades,
pueblos, a mano, lo he dictado. No piso la redacción, pero, el lunes, sí,
coincidencias. No la vi, pero tampoco pregunté. Hostia puta. Cuando llevas años
relacionándote con alguien, enviándole tus textos estúpidos, diciéndole que se
acuerde de las cursivas, que a ver si el de hoy lo puede encajar, que es raro,
que lleva un punto y aparte, que por favor no cambie las comas de sitio, que
escribo fatal pero me gusta así, y miles de mails, miles, ya sea con ella,
Alberto, Juan Pablo, Maitane o quien le toque, al final, estés donde estés,
sientes que estás en casa y que ellos forman parte de esa casa y tú de la suya.
Cuando te contestan, te vacilan más que tú a ellos, cuando sabes que tus
puñetas tontas son una más entre miles que les tocan ese día, cuando todo eso
pasa por las manos no solo de profesionales sino de personas encantadoras esto
deja de ser por unos minutos un trabajo y se convierte en un lujo. El lunes no
la vi, pero no pregunté. A ellos los conozco casi desde que íbamos en pantalón
corto, ¿verdad, Albertosi? A ella desde hace menos, pero es lo mismo.
Que te llamen con el artículo a punto de enviar y te digan, así, de golpe, como
debe ser, que Arnotegi se muere, la misma Arnotegi que era un prodigio de
amabilidad y eficacia e ironía, no estaba en el planillo que cada década se
hace en un periódico. Los periódicos no somos los periodistas. O no solo. Son
ellas y ellos. Ellos y ellas eran, son y serán amigos y amigas de Arnotegi.
Les mando un beso gigante, como a su familia. Hay días que escribir es una
carga. Agur, Arnotegi. Buen viaje. Un honor conocerte.
8 Comments:
Un abrazo gordo, Jorge. Cuántas lágrimas ya, en tan pocos años, para no ser una casa tan grande...
Iosune: tengo la suerte de tener este espacio en el periódico. Sé que los amigos y amigas de Arnotegi en el periódico firman también este texto. Está escrito en su nombre, no tanto en el mío. Tengo esa suerte y la uso, pero ellos y ellas son lo que peor lo pasan. Gracias a vosotros y mucho ánimo. No sé decir nada más.
Muchas gracias por poner palabras a lo que muchos sentimos y no somos capaces de decir.
Un abrazo muy gordo.
Tienes mucha razón Jorge... Arno para mi también ha sido un honor conocerte!!!
Gracias Jorge, de todo el pueblo de Obanos
ARNOTEGI:
Bello nombre, bella sonrisa, bellisima persona. Hasta siempre!
Ongi ibili, neska. Demasiadas pérdidas en esta semana.
Salud
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