22 noviembre 2012

El bulto


El Arena se hizo porque era prioritario. ¿O no era prioritario que la comunidad con más renta de España no tuviese un pabellón polideportivo cuando lo tenía todo el entorno? En su momento no era una incongruencia y no lo criticó nadie. Esto lo decía ayer Miguel Sanz, presidente de Navarra entre 1996 y 2011. Miente. Lo criticó mucha gente. Otra cosa es que su gente no lo criticara, o alguna prensa, que incluso alabó ese y otros proyectos como el de Los Arcos y ahora se ha subido editorialmente –como siempre- al carro de la austeridad y de lo que haga falta. Miente. Pero eso no es lo peor, sino lo que esconde su frase: ¿cómo no lo vamos a hacer, si somos lo más de lo más y los de al lado lo tienen? Esto es un problema médico al que se enfrentan muchas personas en sus vidas privadas, una seria tara mental, pero cuando salta la barreras y afecta a un gobierno es más grave, de hecho es gravísimo. Sanz –que vuelve a hacer gala de su ego: yo ya avisé de que el pacto entre UPN y PP era un error, y así ha sido (acierto individual, concreto) y reconocer que algunos errores hemos cometido, incluido yo (error colectivo, sin concretar)- cita las ciudades de alrededor que cuentan con pabellones de más de 5.000, pero olvida señalar que absolutamente todas esas ciudades han tenido o tienen equipos de baloncesto en la máxima categoría, el único deporte hace 30, 20, 10 años y ahora que es capaz de meter 10.000 personas en un recinto, salvo el fútbol. Todas, porque en el de Huesca caben 4.900 –tuvo equipo en ACB- y en el de Logroño entran 4.500 –tiene equipo en ASOBAL y uno en 2ª de baloncesto-. No hacía ninguna falta el pabellón de 10.000, para hacer un frontón que compitiera con el Ogueta, el Atano o el Bizkaia a la hora de las finales. Ninguna. Ya basta de escurrir el bulto siempre.

5 Comments:

Anonymous esperanza said...

Hiciera falta o no, ¿qué más da? Eso siempre tendrá un componente de subjetividad.
Lo ha quedado demostrado es que ha sido un error.
Y alguien tiene que hacerse responsable. Y apechugar con las consecuencias.
Igual que apechugamos todos con las consecuencias de nuestros errores, independiente de qué haya sido lo que haya demostrado que es un error.

4:17 p. m.  
Anonymous esperanza said...

Otro ejemplo:

Una ministra se gasta 98 millones de euros en vacunas para la gripe A. En ese momento parece una buena idea.

Posteriormente se destruyen vacunas por valor de 42 millones de euros (sin contar con el coste de destruirlas).

No fue una buena idea, se equivocó, la cagó. ¿Por qué no se le exigen responsabilidades?

¿Qué le pasaría a un empleado de una empresa que hiciera eso?

¿Qué le pasaría a un empresario que hiciera eso y que por esas pérdidas tuviera que cerrar la empresa, despedir a gente, o llevar a su empresa a un estado como en el que se encuentra el estado actualmente?

Que se lo comerían los lobos. Seguramente esa negligencia además de costarle la empresa le costaría su patrimonio personal, por gestión imprudente (y eso tiene una figura legal asignada)y el de su descendencia.

Sin embargo en el caso de la señora ministra,o en el del señor presidente da igual, ¿por qué narices?

9:07 p. m.  
Anonymous Txandrios said...

Si exigimos responsabilidades al de la espada de Demóstenes igual tiene que vivir tres vidas para pagar toda la herencia destalentada que nos ha dejado. Pero menos destalentada de lo que parece, corazones. A ver quien ha ganado con todo esto. Que son destalentaos pero bastante más sinvergüenzas.
Salud

P.D.: Espe, tu argumentación falla al principio. Lo necesario o no, no es subjetivo. Y mucho menos lo que podemos pagar. Son ambos dos bien objetivos.

9:14 p. m.  
Anonymous esperanza said...

Tienes razón, no es objetivo. Pero a veces puede ser difícil discernirlo.

En todo caso yo lo que digo es que aunque fuera necesario, si las cagado la has cagado. Y en el mundo real te toca apechugar, pero nuestra querida clase política vive en el mundo del Monopoly y si la caga da igual porque total el dinero no era suyo...

Eso sí, una cosa buena que ha traído la crisis ha sido la limitación del deficit público.

Una cosa es que los políticos se gasten todo el dinero que tenemos absurdamente, y otra muy distinta que se gasten hasta el de nuestros bisnietos.

9:54 p. m.  
Anonymous Txandrios said...

Totalmente de acuerdo contigo. Estos elementos no se dan cuanta que sólo son los conductores del vehículo, no los dueños. Y lo tunean a su antojo y disfrute, incluso quitando los asientos en los que debemos ir los dueños únicos del vehículo, la Sociedad.
Salud

10:06 a. m.  

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