21 noviembre 2012

Quejicas


Esto como resumen, que podría haberles metido una brasa aún mayor, con esquemas, estadillos -¿uno de estos es lo que quiere Mas, no?- y sus conclusiones, faltaría. Por no hablar de hojas de Excel y blá blá blá. Pero he sido bueno y, a modo de colofón, les avanzaré la buena noticia que están esperando ustedes: en un mes ya es Navidad. ¿No les emociona, como yo había supuesto? Aguafiestas. No se preocupen, tontos, tengo recursos, joder, no voy a ser tan fiemo de jugármelo todo a una baza, en ese master que recibí de Aprende a dar la brasa a los demás ante el riesgo de que ellos te la den a ti venía claro: deja lo mejor para el final, pero sobre todo que no hablen. Ahí va: si no nos gobierna Barcina nos gobernarán o Zabaleta o Jiménez. ¡Ehhhhh, tunantes! Mejor, ¿verdad? Bueno, eso suponiendo –que es mucho suponer- que no haya cuentas abiertas en Suiza, que es a la política española lo que a la estadounidense echar un polvo fuera del altar. Aquí preferimos ir a Suiza a lo otro, oye, a lo que se ve. Debe de ser como muy irresistible. Qué le verán al sitio ese, esas putas casitas de madera preciosas tapadas por metros y metros de nieve que parece algodón, esas rubias, esos rubios, esos hilos musicales en los que no suena Pablo Alborán... Una mierda de país. Pero algo tendrá. Bien, pues cosas así –y más graves- pueden ocurrir, empezando porque el jueves de la semana que viene encienden las luces navideñas para anunciar la Feria de la Austeridad y siguiendo porque al PSN le dé un arranque –la típica mejoría antes de la muerte-, presente una moción de confianza o como se diga y haya otra vez elecciones y campaña y todo eso y luego investidura y San Fermín y el pesao de Padilla otra vez y Osasuna sin ganar... ¡Si es que se pasa todo volando, quejicas! Y esto muy resumido, ¡eh!