01 noviembre 2012

Recetas


Geno y su cocina. De este vendí unos cuantos en la librería. Tenía una portada horrible –con ese color que se les pone a las fotos de los platos combinados del exterior de los chiringuitos por tanto sol-, pero se vendía. Lo de dentro debía de estar bien. En ese pensé cuando le oí a Bakartxo Ruiz (Bildu) decir que las detenciones de dos presuntos etarras en Francia –con presunta pistola encima, supongo que para defenderse del olor del Camembert- eran “recetas del pasado”. ¿Qué pasado, qué recetas? No me había enterado que para esto de hacer justicia había que leer libros de recetas, ya fueran antiguas, actuales o futuras. Pensaba que aunque tenga que ver en los escaparates libros hablando de Otegi como si fuese Gandhi lo otro iba por otra carretera. Y que si alguien –con sangre directa o no en las manos- era detenido eso no era una receta: era hacer lo que hay que hacer y lo que darían como lógico el 100% de los marcianos que posasen su nave ahora mismo aquí, en este presente mejor que el de hace un año, en este presente en el que habría que de una vez acercar a quien nunca hubo que alejar, en este presente en el que queda mucho por hacer y pasos por dar también por parte de quienes nos tapamos la nariz para defendernos del olor de los escaparates pero lo hacemos sin la pistola encima, pero que sigue siendo un presente con un pasado brutal que a todos los efectos es ayer o hace cinco minutos. ¿Qué pasado, de qué pasado hablas, dónde has vivido tú todo este tiempo, en qué cápsula? También dijo algo Zabaleta por el estilo, pero eso no es novedad. La novedad es que hoy es Todos los Santos y falta mucha gente en las mesas –muchos más de un lado- para disfrutar de las recetas de Geno. Y faltará siempre, pero, por mucho sol que le dé a la foto, este plato hay que tragarlo.

3 Comments:

Anonymous Txandrios said...

Disolución y acercamiento. Esos son los ingredientes que faltan en este plato.
Salud

3:03 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

Salud. animo.

10:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues te cuento...
La tal Geno era una señora que daba clases de cocina aquí en Pamplona a las "chicas bien" casaderas (años60). Mi madre, que trabajaba de doncella en una "casa muy bien" recibió clases de esta señora y así pasó a ser la cocinera de esa casa. A día de hoy, todos los componentes de mi familia agradecemos aquellas clases y nos chupamos los dedos con las recetas de la Geno.
Abrazos.
Punset.

7:19 p. m.  

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