Ya sabes
Como todos los años –¡hay que
ver, y parece que fue ayer!- por estas fechas, la geina y yo –al paso
que vamos la foto de Navidad del año que viene la haremos de fotomatón. O una
autofoto, si anda ella por Londres- y todo eso y de verdad de la buena que les
queremos a ustedes vosotros y que estos días y así y que vaya bien y 2013 ya ni
les cuento y por supuesto faltaría más que sus deseos y lo que tengan en la
cabeza ya me contarás cómo no voy a querer yo, precisamente yo, que no se
cumplan, con lo que soy para esto de sentido –para todo, siento en mi todos los
dolores del mundo, soy una rebotica andante- y de bueno y para qué seguir si ya
se lo saben y además lo creen, porque es lo que tengo, que me creen. Me resulta
incomprensible, pero así es. Y no voy a ser yo el que me interne por sus
vericuetos mentales para tratar de explicarles que están ustedes en un error,
porque además ya sabemos bien cómo funciona esto, que cuando uno está
convencido de una cosa así le canten la Misa del Gallo –Claudio- que no se apea
del elefante. O directamente hace una cosa y posteriormente la razona y trata
de vestirla. Bien, que me estoy liando –es que las convalecencias quieras que
no aturden. ¡Coño, un mosquito! ¡En diciembre! Qué majo. ¡Zas! Tonto.
¿No ves que es mi naturaleza? Anda y que no hay casas pa entrar, pues
nada, tenías que caer justo aquí-. El motivo de que hoy les robe unos minutos
de su precioso tiempo no es otro que recordarles que, por favor, el año que
viene aunque les vayan a quitar un 20% del premio de la lotería para pagar
algunos gastillos que hay que afrontar no sean ustedes judíos y sigan dejándose
la pasta, como manda la tradición, Dios, la Patria y el Rey. Apenas eso y que
mucha suerte. Ya me gustaría ponerme en su lugar, pero... la cadera, ya sabes.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home