Jota
Una jota. No es que mis gustos
sean mejores, pero oigo una jota y deseo males. No es exacto. La semana pasada,
a eso de las ocho de la mañana, estaba haciendo hora en la calle Olite para que
abrieran la farmacia y no había ni tres en la calle y oí a alguien cantando palomica
palomica a pulmón y me gustó. Al día siguiente, a la misma hora, la misma
niña graciosísima con gafas y mochila y cinco años y su padre muerto de risa
iba hacia el cole cantando eso y la calle se paraba. Le daba igual. Iba
contenta y lo contagiaba. Pero el domingo oí una y me extrañó. Al ser
periodista, puse la tocha contra el cristal del bar del que salía la música. El
cristal resistió. Me quedé pasmao. A Yolanda y Óscar, lo mejor de
este partidoooooooo. Y Barcina –dentro del bar- miraba aquello arrebujada y
acabó la jotera y aplaudieron y yo con mi tocha ahí puesta temiendo que me la
alisaran y se pusieron a gritar ¡Tafalla, Tafalla, Tafalla! y me llega
un guasap de mi hermano: no metemos la chorra en un pozal. Razón
lleva. Estaba en el fútbol. Osasuna. Con mis abonos. Yo es que pa no
meter ni intento. Prefiero mirar. El trenecito. Se pusieron a hacer el
trenecito, dentro del bar. Había un dj. Tendría la edad de Matías Prats. El
original. Puso una sanferminera. Debería haber una ley que prohibiera canciones
sanfermineras fuera de San Fermín. Ver hacer el trenecito a Barcina,
Goicoechea, Vera, Muniáin, Elizalde, Sayas, Esparza y gentes varias más
impacta. Tuve que despegarme el naso con una rasqueta y me fui de allá entre
estupefacto y satisfecho, porque era marzo, llovía, aquella gente celebraba
algo incomprensible para mi, Osasuna perdía y no metemos la chorra en un pozal,
cierto, pero quizá mañana la niña de las gafas ilumine de nuevo la calle y,
solo por eso, hay que seguir andando.
2 Comments:
¡Y contento que no te convertiste en estatua de sal! Hay cosas demoniacas que no conviene asomarse a ver...
y tú sigue escribiendo, por favor!:))))))
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