Piso 7
Cuenta la leyenda que la primera
vez que los Beatles probaron la marihuana fue en Nueva York, en un hotel. Y que
el que se la hizo probar fue Bob Dylan, que al ser de pueblo cosas peores
habría fumao. Esa leyenda dice que en mitad del colocón o ya después, lo
primero que dijo McCartney, el señor que escribió su última canción recordable
hace 43 años, al abrir el ojo fue lo siguiente: la vida tiene 7 niveles.
Ni idea, porque nunca he fumado marihuana en un hotel en Nueva York, aunque
estuve una vez en uno que solo de oler la moqueta de la habitación ya recitabas
a Petrarca. Barato, al menos. Lo de las dietas de Can, lo de las dietas en
general, por mucho que Barcina y su gente extiendan, por mucho que haya
intereses mediáticos y fácticos interesados en encender el ventilador y que
todo huela igual de mal, no sé si tiene 7 o menos niveles, pero de haber 7 lo
único que estaría en ese nivel sería la Permanente, al margen de que el resto
sea más o menos lamentable. El nivel 7 es la Permanente y hay que fumarse un
carro de petardos o creer que si nos los hacen fumar nos atontamos para
intentar hacernos tragar que todo es lo mismo. No, la Permanente es la
perfección: secreta, sin contenido, rápida y limpia y eliminada cuando ya todo
Navarra sabía de su existencia –cada vez que Barcina recuerde que la eliminó le
recordaremos cuándo la eliminó. Es lo que tiene la cronología-. Ahora, la jueza
que lleva el caso –que aunque interesada y cercana es las de que no se inmuta
aunque alguien se tire delante suya contra una pared. El juez ruso fue el único
que no dio un 10- quiere las actas para ver si se falsearon a posteriori, como
la versión de Barcina. Da gusto ver que la justicia también tiene niveles y que
de vez en cuando todos estamos a la misma altura. Excepto Dylan, claro.
3 Comments:
Incluso a Macca se le olvidó el nivel 8, que es el de la bajada-subida de sueldo de doña Yolanda, después del descubrimiento del famoso órgano opaco. Cuando hablan de ingeniería financiera, o de brokers y similares linces para los negocios, deberían mencionar a nuestra jefa.
... Del resto de tu columna, ¿qué le vamos a hacer si hay quien reverencia a ese tío que no ha hecho nunca canciones con más de tres acordes -muy profundas, eso sí-, y se descojona de un músico como Mc. Cartney?
Hay gente pa tó.
No me descojono, joe, pero muchas cosas así a nivel musical no ha hecho en estas 4 décadas últimas. Dylan los admiraba mucho.
En los últimos tiempos está naciendo desde mi más profundo interior un inusitado respeto por la profesión de juez.¿Será una vocación tardía?
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