Por Lantz
Mi padre me contó el otro día que
esa noche había tenido un sueño en el que de repente llegaba a la plaza del
Castillo y había mar, aunque poco. Y que se acercó a unos que estaban ahí
arreglando el universo a preguntar qué pasaba y que le dijeron: ya están
haciendo las zanjas desde San Sebastián para que entre entero. Andan por Lantz.
Eso se le quedó mucho, lo de las zanjas y Lantz. Bueno, todo, porque según me
decía había sido el clásico sueño tardío de justo antes de despertarte, de esos
que desayunas todavía o asustao o avergonzao. Al paso que vamos
ya te digo padre que vamos a tener mar, ya pueden hacer bien de zanjas. Tuvimos
una ola de calor infernal en agosto, hemos tenido el invierno más cabrón de
agua que se recuerda, hay terremotos, una jueza de aquí no se está lavando las
manos ante los tejemanejes de la Navarra eterna: ¿quién nos dice que no podemos
tener mar? Cosas más raras se han visto y al paso que vamos, entre fenómenos
meteorológicos, geológicos, políticos y judiciales, a nada que el Señor
Cangrejo sepa ir para atrás en aguas saladas lo mismo en unos meses tenemos
a Patxi Zabaleta entrando en barca de remos desde Leitza hasta la mismísima
plaza. Sería la hostia, padre, con lo que te gusta a ti el mar, que eres capaz
de meterte así esté el agua congelada en febrero. Pondríamos unas casetas de
esas blancas y azules como tienen en Donosti y el kiosko haría las veces de
bar, de estos que los taburetes están bajo el agua y Zabaleta -a la vez que nos
pone las copas- nos haría unas declamaciones, no sé, como esas en las que habla
de los presos –sin especificar- como idealistas. No sé, no sé si a cambio del
mar merece la pena que se meen en nuestras conciencias, no, ¿padre? Ni en la
playa, claro. Mejor de momento sin mar. Que primero tenemos que limpiar los
ríos.
2 Comments:
Pa-ti-na-zo.
Salud
¡Hola!
Soy el mismo desconsiderado que días pasados y en relación con tu artículo sobre PIETRO MENNEA, te propinó un comentario que releído días más tarde, me ha parecido injusto y desafortunado. Sin duda, cuando uno tiene un mal día. como mejor se está es callado.
Por supuesto que me irrito con frecuencia con tus comentarios.Pero lo cierto es que sigo siendo un fiel seguidor de tus cosas y en muchas ocasiones he salido conmovido. Cosas de abuelos.
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