03 diciembre 2005


Absentismo

Lo de algunos de los parlamentarios que pasean sus carpetas por ese edificio que bien tirao a tiempo le hubiera dao al centro de Pamplona algo de aire es cuando menos asombroso, sino indignante. Lo de algunos parlamentarios que, haciendo dejación de su responsabilidad para con ya no sólo sus votantes si no, lo que es más grave, con sus propias propuestas, se largan a tomarse un pincho al Australiano caminito a Diputación, da que pensar. Que en el debate de las enmiendas parciales al Presupuesto del 2006 no estuviera el portavoz de CDN y que por tanto no pudiera votar ya que el compadre estaba en Diputación en un acto oficial de homenaje a los jubilados (si no vas al acto no existes, si te ausentas de una votación no pasa nada, ya se votará otra vez en diciembre si va a Pleno, espero estar, pensaría, si no coincide con el Navarra-China, por ejemplo) demuestra bien a las claras que esto de la democracia pende en muchas ocasiones de la agenda Palm y del rostro del personal, que prefiere cantar qué cojonudos que sois abuelos (que lo son) que trabajar, que no es otra cosa que obligar al gobierno a soltar la pasta en lo que tu partido cree que tiene que soltar la pasta, en este caso la ayuda para el Parque de la Memoria de Sartaguda. No entro en si la ayuda está bien o no, es mucha, poca, se debe o no dar, pero hombre, no jodas, que las ganas de mear se entienden y, si hay que ir al baño, se va, pero anda que hacer un Hannover (ya saben, no ir a la boda y sí a la comida) en mitad de la votación y volver después a la sesión de la tarde y decir que sí hombre que sí, que estoy a favor de la ayuda, pues no hay por dónde cogerlo. Y es que, aunque la cosa al final vaya a tener solución, es importante estar donde hay que estar cuando hay que estar. Trabajando.